EN LA ERA.
No se si fue agosto o julio...
si que el pueblo sonaba a fiesta.
Pintaba el sol de amarillo
y rosa; nubes en la sierra
y porque éramos amigos,
se que la llevé a la era
cuando se vistió el camino
de noche, llena de estrellas...
entre cogollos de nubes
blanquecinas y muy negras.
Muy cogidos de la mano,
de espaldas a la aldea
caminamos mucho rato
sin hablar la noche aquella
porque presagiaba amores...
dulce tormento y tormenta.
Estalló de pronto un trueno.
se borraron las estrellas
y le dije:"no rengas miedo
porque ella temblaba: ella
pegada a mi cuerpo...
! Era tan dulce y tan buena!
Era mucho mas que eso
que aún yo no supiera.
Fue cuando brotó un beso
que tomaría conciencia
de como se alumbran cielos
en el fragor de la tormenta.
Fuen en la cabaña, dentro
que el amor naciera...
Olía dentro a centeno
a tierra mojada fuera.
Olía el campo a restrojo,
a trigo, cebada, avena,
y a amor besando sus ojos
con ternura y mucha fuerza.
Repatí: "No tengas miedo
se pasará la tormenta...
mientras la colmé de besos
En la cabaña de la era.
rebotaban por los suelos
en lastimera cadencia
gruesa gotas. A cada trueno
ella me abrazaba: ella
me estaba queriendo
temblorosa toda entera...
en amores, dulces, tiernos,
aquella noche en la era
en un tórrido verano
de un pueblo sonando a fiesta
Olían a amor los cuerpos
y a dicha placentera.
libertad.
No se si fue agosto o julio...
si que el pueblo sonaba a fiesta.
Pintaba el sol de amarillo
y rosa; nubes en la sierra
y porque éramos amigos,
se que la llevé a la era
cuando se vistió el camino
de noche, llena de estrellas...
entre cogollos de nubes
blanquecinas y muy negras.
Muy cogidos de la mano,
de espaldas a la aldea
caminamos mucho rato
sin hablar la noche aquella
porque presagiaba amores...
dulce tormento y tormenta.
Estalló de pronto un trueno.
se borraron las estrellas
y le dije:"no rengas miedo
porque ella temblaba: ella
pegada a mi cuerpo...
! Era tan dulce y tan buena!
Era mucho mas que eso
que aún yo no supiera.
Fue cuando brotó un beso
que tomaría conciencia
de como se alumbran cielos
en el fragor de la tormenta.
Fuen en la cabaña, dentro
que el amor naciera...
Olía dentro a centeno
a tierra mojada fuera.
Olía el campo a restrojo,
a trigo, cebada, avena,
y a amor besando sus ojos
con ternura y mucha fuerza.
Repatí: "No tengas miedo
se pasará la tormenta...
mientras la colmé de besos
En la cabaña de la era.
rebotaban por los suelos
en lastimera cadencia
gruesa gotas. A cada trueno
ella me abrazaba: ella
me estaba queriendo
temblorosa toda entera...
en amores, dulces, tiernos,
aquella noche en la era
en un tórrido verano
de un pueblo sonando a fiesta
Olían a amor los cuerpos
y a dicha placentera.
libertad.