PUERTOLLANO: ROMANCILLO DE LA NIÑA CIEGA QUE VIÓ A LA VIRGEN...

ROMANCILLO DE LA NIÑA CIEGA QUE VIÓ A LA VIRGEN

I

No me llores tú, Gracita,
y ponte el vestido blanco,
el que bordara tu madre
justico para tu santo.
Es hoy la Virgen de Gracia,
y... ¡quien sabe si un milagro
diera luz a tus pupilas
y a tu agüelica descanso!.

II

Era la tarde de vidrio
-sol y cal- desmelenados.
El abanico del aire
en sus ondas navegando
trae bajeles de plegarias
entre suspiros de nardos.
La Virgen desde su trono,
un lucero custodiado,
seméjase al arco iris
cielo y tierra desposando.
-Reza tú, Gracita, reza.
(La Virgen estaba a un palmo).
-Agüelica, ya la veo
y tengo los ojos cerrados...
-Agüelica, dile al Niño
de nacidos el más guapo
que los vea siempre así,
aún con los ojos cegados;
que no me importa la luz
si Ellos alumbran mis pasos.

III

Era la noche de vidrio
oscuro para los párpados.
Y la Virgen peregrina,
un lucero caminando,
iris de soles injerta
en ojos de fe vidriados.
-No me llores tú, Gracita
que ya presiento el milagro...

Mariano Mondejar