Buenos dias Manuel, ayer dejé este mensaje para leerlo mas tranquilamente y a ello voy....
Que bonito Manuel, cuantos recuerdos, yo tambien viví en un pueblo muy pequeño, con apenas 500 habitantes, y recuerdo la ropa como blanqueaba puesta al sol, y ese olor a limpio y a hierba que tu cuentas, que bien lo pasabamos, que poquitos peligros habia en las calles, cuanto me gustaba sentarme por las noches en la puerta de mi casa y contemplar el cielo, o en mi jardin lleno de flores y con un melocotonero que no veas que melocotones tan hermosos y sabrosos, ummmm como olian, no como los de ahora, luego cuando ya nos vinimos de una a Puertollano tambien viví en casa, y por las noches seguiamos saliendonos a la puerta a tomar el fresco, alli nos juntabamos con los vecinos y los niños y niñas podiamos jugar sin tantos peligros como ahora, bueno es que ahora ya quedan pocas casas, todo son bloques de pisos, multitud de coches que no dejan ni que entre el fresco por las ventanas y con muy pocos lugares donde jugar los niños, y digo lo que tu cuando veo que queman los campos, me da mucha pena, estamos destruyendo la naturaleza y hasta se esta acabando con la vivienda de muchas personas que por culpa de manos dañinas se ven en la calle.
Un abrazo muy fuerte y gracias por este relato tan lleno de tus recuerdos, lo he ido sintiendo conforme leia igual que si hubiera estado alli, hasta el olor l romero me ha llegado
Que bonito Manuel, cuantos recuerdos, yo tambien viví en un pueblo muy pequeño, con apenas 500 habitantes, y recuerdo la ropa como blanqueaba puesta al sol, y ese olor a limpio y a hierba que tu cuentas, que bien lo pasabamos, que poquitos peligros habia en las calles, cuanto me gustaba sentarme por las noches en la puerta de mi casa y contemplar el cielo, o en mi jardin lleno de flores y con un melocotonero que no veas que melocotones tan hermosos y sabrosos, ummmm como olian, no como los de ahora, luego cuando ya nos vinimos de una a Puertollano tambien viví en casa, y por las noches seguiamos saliendonos a la puerta a tomar el fresco, alli nos juntabamos con los vecinos y los niños y niñas podiamos jugar sin tantos peligros como ahora, bueno es que ahora ya quedan pocas casas, todo son bloques de pisos, multitud de coches que no dejan ni que entre el fresco por las ventanas y con muy pocos lugares donde jugar los niños, y digo lo que tu cuando veo que queman los campos, me da mucha pena, estamos destruyendo la naturaleza y hasta se esta acabando con la vivienda de muchas personas que por culpa de manos dañinas se ven en la calle.
Un abrazo muy fuerte y gracias por este relato tan lleno de tus recuerdos, lo he ido sintiendo conforme leia igual que si hubiera estado alli, hasta el olor l romero me ha llegado