LOS IMPAGOS DE NÓMINAS ASOLAN A LA PLANTILLA DE FUNDACIÓN FUENTE AGRIA
En unos días, los 200 trabajadores de Fundación Fuente Agria y Emplealia cumplirán medio año sin haber recibido un euro sus nóminas. Una situación que ha traspasado la frontera de lo admisible para plantilla y comité de empresa de una entidad que realiza una labor esencial con los discapacitados intelectuales de Puertollano y comarca.
Por este motivo, y convocados por el comité de empresa, los trabajadores se concentraban a las puertas del Centro de Educación Especial Aspades-La Laguna, dependiente de Fundación Fuente Agria, portando una pancarta en la que se leía lo siguiente: "cinco meses sin cobrar. 300 discapacitados-200 trabajadores olvidados".
Un acto de protesta, que se suma a las diversas movilizaciones que en los últimos meses se han venido realizando para denunciar una problemática que sigue sin solucionarse. Pese a que el gobierno regional renovó el convenio con Fundación Fuente Agria, los retrasos en los pagos, por parte de la JCCM y que denuncian los trabajadores, está abocando a muchos de ellos a vivir situaciones desesperantes. "La situación ha llegado a un punto crítico" confiesa Conchi Gijón, Secretaria del comité de empresa en Fundación Fuente Agria, quien relata ejemplos espeluznantes.
Casos de trabajadores que se enfrenten a órdenes de embargo de sus viviendas por no podar hacer frente a los pagos mensuales, otros que no han podido adquirir material escolar para sus hijos en el inicio del curso e incluso algunos que se ven obligados a acudir a Cáritas y Cruz Roja para recibir alimentos básicos con los que poder comer.
En unos días, los 200 trabajadores de Fundación Fuente Agria y Emplealia cumplirán medio año sin haber recibido un euro sus nóminas. Una situación que ha traspasado la frontera de lo admisible para plantilla y comité de empresa de una entidad que realiza una labor esencial con los discapacitados intelectuales de Puertollano y comarca.
Por este motivo, y convocados por el comité de empresa, los trabajadores se concentraban a las puertas del Centro de Educación Especial Aspades-La Laguna, dependiente de Fundación Fuente Agria, portando una pancarta en la que se leía lo siguiente: "cinco meses sin cobrar. 300 discapacitados-200 trabajadores olvidados".
Un acto de protesta, que se suma a las diversas movilizaciones que en los últimos meses se han venido realizando para denunciar una problemática que sigue sin solucionarse. Pese a que el gobierno regional renovó el convenio con Fundación Fuente Agria, los retrasos en los pagos, por parte de la JCCM y que denuncian los trabajadores, está abocando a muchos de ellos a vivir situaciones desesperantes. "La situación ha llegado a un punto crítico" confiesa Conchi Gijón, Secretaria del comité de empresa en Fundación Fuente Agria, quien relata ejemplos espeluznantes.
Casos de trabajadores que se enfrenten a órdenes de embargo de sus viviendas por no podar hacer frente a los pagos mensuales, otros que no han podido adquirir material escolar para sus hijos en el inicio del curso e incluso algunos que se ven obligados a acudir a Cáritas y Cruz Roja para recibir alimentos básicos con los que poder comer.