Buenas tardes Manuel, hoy veo que buscaste la cara y cruz del bosque, que pena de verdad ver que algo tan hermoso que nos es como es la naturaleza, la mano humana pueda destruirlo, y la verdad que no se porque, que interes les llevará en ello, hace unos dias leía unos versos que tambien hablaban de la mano del hombre en los árboles y como en ellos volvian a brotar me gustaria que todo ese bosque quemado volviera a florecer como siempre y cuando llueve volviera a tener ese olor caracteristico que tanto nos gusta, te dejo esos versos de que te hablado por aqui. Un beso Manuel
LA SEMILLA DE DIOS
En un vientre inmaculado
su semilla Dios sembró;
y una vez pasado el tiempo
la semilla germinó.
Cuando crecida ya estaba
en árbol se convirtió
y sus flores y sus frutos
a nosotros nos entregó.
Nosotros los recibimos
como regalo de Dios.
En el alma los guardamos
con respeto y devoción.
Sin embargo su sombra
a muchos les molestó
y decidieron talarlo
sin piedad ni compasión.
Mas su profunda raiz
en la Tierra se quedó
y al cabo de los tres dias,
de nuevo el árbol brotó.
Berta Durán Martínez
LA SEMILLA DE DIOS
En un vientre inmaculado
su semilla Dios sembró;
y una vez pasado el tiempo
la semilla germinó.
Cuando crecida ya estaba
en árbol se convirtió
y sus flores y sus frutos
a nosotros nos entregó.
Nosotros los recibimos
como regalo de Dios.
En el alma los guardamos
con respeto y devoción.
Sin embargo su sombra
a muchos les molestó
y decidieron talarlo
sin piedad ni compasión.
Mas su profunda raiz
en la Tierra se quedó
y al cabo de los tres dias,
de nuevo el árbol brotó.
Berta Durán Martínez