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Cubero, como a la hora del café no has llegado, aún tienes por aquí tu dulcecito, aprovecha antes que sea más tarde....
Maria, nos e si tienes puesta la 1, me estoy acordando de ti porque estan dando una vuelta a los dulces de estas fiestas y entre ellos han salido los dulces de esta bandeja, mas los buñuelos, mas las gachas dulces, los huesos de santo... etc etc.., menuda pinta tenia toooodooooo
Si te digo la verdad, me habia quedado traspuesta jejej, al final no dormí siesta, ni reposé, entonces cuando he dado la merienda al chico, lo arreglé y lo ha sacado el abuelo a pasear y en el silencio, una cabezadita si que he dado jejej, por tanto, no he visto los dulces de los que hablas. Las gachas, siempre las hacia mi madre y jamás me dió por tomarlas, a mi hijo si que le gustan, del resto que has nombrado, cualquier cosa me habría caido de perlas.
Las gachas cuando era una niña si que las he comido, pero ya ha llovido desde entonces, eso le decia a mi madre hace un ratito que un dia tenia que hacerlas, en cuanto a los buñuelos si vieras, ahora tambien los hacen de chuches, chupachups, y rellenos de cualquier cosa que puedas imaginar jejej
Lo que no comprendo es porqué no me compró buñuelos, me consta los habia, pero no quise decirle nada, no pensara no estaba conforme, yo hace muuucho tiempo no he tomado los buñuelos, la última vez que los compré y probé fué por llevarlos a mi cuñada, que cumple los años el mismo día 1, el otro día pasamos por un horno cercano y le comenté, que pena estuviera cerrado, porque los buñuelos tenian buena pinta, pero no lo captaría jejej.
No lo captó o decidió hacerse el desentendido…. je. je…
No, estoy segura que ni se enteró de los buñuelos, eso si sabe los que son.
que tal los peques ¿ya estan durmiendo?
¿Los peques? matá me han dejado, hasta el abuelo se ha ido a dormir ya del agotamiento con la que nos ha liado el pequeño, vinieron los padres y lejos de ayudar y tranquilizarlos, fué bastante peor, cuando han marchado nos habian roto el ritmo de las cenas y se lió gorda, hasta vomitó de tanto como lloró y eso a cuenta de nada, cuando conseguí tranquilizarlo, el abuelo le hacia construcciones con las piececitas y yo le di la cena, pero ¡que trabajo me costó! no se como pudo dormirse el hermano con tal escándalo.
