PASEO DE SAN GREGORIO
Verde vergel contempla la mirada
enjoyada de bellos pensaqmientos,
donde late la vida cada día,
desde el amor retoza como un verso
de cálida armonía, sobre bancos
y troncos de los árboles luciendo
iniciales de amores que han surgido
el altares solícitos del tiempo,
melodía de notas y colores
a lo largo del plácido paseo.
Por la concha la música desgrana
sus alegres compases en el viento
y los niños con globos de colores
pintan una postal de limpios sueños,
sueños para un futuro no lejano
de corolas y sol, de terciopelo.
Está la fuente agria concurrida
y el agua de sus caños va fluyendo
como una sinfonía decorada
con cuatro surtidores que, contentos,
saciarán nuestra sed en el verano,
alegrarán los pasos del invierno.
Cuántas rosas lozanas adornando
caminos de pasión en los encuentros
d los enamorados que prometen
rendir culto a sus nobles sentimientos
sellados con palabras silenciosas
firmados con aromas de los besos
que saben a delicia primorosa
de los labios ardientes prisioneros.
El cielo es más azul en tus vergeles,
se ensancha el corazón y sus renuevos
cuando el sol acaricia con sus rayos
la frente de estos hombres nobles, recios
que entregaron sudor a manos llenas
en su duro trabajo, como un rezo,
que al final del paseo os bendice
la Virgen Soberana desde el cielo,
Virgen de Gracia, siempre protectora
de las vidas y almas de este pueblo
que lleva por bandera el sacrificio
y tiene siempre el corazón abierto.
LUIS GARCÍA PÉREZ
Verde vergel contempla la mirada
enjoyada de bellos pensaqmientos,
donde late la vida cada día,
desde el amor retoza como un verso
de cálida armonía, sobre bancos
y troncos de los árboles luciendo
iniciales de amores que han surgido
el altares solícitos del tiempo,
melodía de notas y colores
a lo largo del plácido paseo.
Por la concha la música desgrana
sus alegres compases en el viento
y los niños con globos de colores
pintan una postal de limpios sueños,
sueños para un futuro no lejano
de corolas y sol, de terciopelo.
Está la fuente agria concurrida
y el agua de sus caños va fluyendo
como una sinfonía decorada
con cuatro surtidores que, contentos,
saciarán nuestra sed en el verano,
alegrarán los pasos del invierno.
Cuántas rosas lozanas adornando
caminos de pasión en los encuentros
d los enamorados que prometen
rendir culto a sus nobles sentimientos
sellados con palabras silenciosas
firmados con aromas de los besos
que saben a delicia primorosa
de los labios ardientes prisioneros.
El cielo es más azul en tus vergeles,
se ensancha el corazón y sus renuevos
cuando el sol acaricia con sus rayos
la frente de estos hombres nobles, recios
que entregaron sudor a manos llenas
en su duro trabajo, como un rezo,
que al final del paseo os bendice
la Virgen Soberana desde el cielo,
Virgen de Gracia, siempre protectora
de las vidas y almas de este pueblo
que lleva por bandera el sacrificio
y tiene siempre el corazón abierto.
LUIS GARCÍA PÉREZ