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jajajaj que buenas tus letrillas de hoy Antonio, me imagino al mozalbete queriendo pelar la pava y nada de nada jejejej, no si al final se resfriará....
Asi es, mañana no podré estar ni por aqui ni por la radio, hasta la noche no podre dejar algunas letrillaS ni sentarme un rato por radio patio
Besos
Asi es, mañana no podré estar ni por aqui ni por la radio, hasta la noche no podre dejar algunas letrillaS ni sentarme un rato por radio patio
Besos
LOLI, lo peor de todo, es que hay mucha verdad en ellas. A más de uno, le ha pasado. Tenían carabina a todas horas.
Espero que estés más libre y puedas disfrutar de estos días de fin de semana; Yo marcho a mi pueblo dentro de unas horas. Os dejo estas letrillas.
GUERRA DE AMOR
La Luna no se veía;
Una nube la tapaba.
En las afueras del pueblo;
Mis ojos le contemplaban.
Con aquella noche oscura;
Me emborraché de sus labios.
Fueron pasando las horas;
Como hojas de calendario.
Yo era un chiquillo, empezando.
-Me enseñó lo que es querer-
Bebí todo lo que pude;
De aquella bella mujer.
Mis manos torpes, de niño;
No sabían donde andaban.
Ella, maestra del arte;
El camino le enseñaba.
Se fue quitando la blusa;
Que de verano llevaba.
Yo, refregando mis ojos,
Mirando lo que pasaba.
La imité, no sé por qué;
Con mi jerséis colorado.
Le dibujé un corazón;
Sobre sus pechos dorados.
Hablar, hablábamos poco;
De mí, no salían palabras.
Ella me dijo: “Te quiero”
Escrito en piedra pizarra.
Se fue quitando la nube,
Y alumbrándonos la Luna.
Fui un alumno aventajado;
Con lección tan oportuna.
Aprendí con prontitud;
Besándole sus mejillas.
Y mis manos recorrieron;
El cuerpo de esta mocilla.
Me venció el sueño y, cansado;
Me dormí sobre sus pechos.
Mis manos se deslizaron;
En busca de su barbecho.
Me ganó muchas batallas;
En el arte del amor.
Al final de la contienda;
La guerra la gane yo.
A. E. I.
Espero que estés más libre y puedas disfrutar de estos días de fin de semana; Yo marcho a mi pueblo dentro de unas horas. Os dejo estas letrillas.
GUERRA DE AMOR
La Luna no se veía;
Una nube la tapaba.
En las afueras del pueblo;
Mis ojos le contemplaban.
Con aquella noche oscura;
Me emborraché de sus labios.
Fueron pasando las horas;
Como hojas de calendario.
Yo era un chiquillo, empezando.
-Me enseñó lo que es querer-
Bebí todo lo que pude;
De aquella bella mujer.
Mis manos torpes, de niño;
No sabían donde andaban.
Ella, maestra del arte;
El camino le enseñaba.
Se fue quitando la blusa;
Que de verano llevaba.
Yo, refregando mis ojos,
Mirando lo que pasaba.
La imité, no sé por qué;
Con mi jerséis colorado.
Le dibujé un corazón;
Sobre sus pechos dorados.
Hablar, hablábamos poco;
De mí, no salían palabras.
Ella me dijo: “Te quiero”
Escrito en piedra pizarra.
Se fue quitando la nube,
Y alumbrándonos la Luna.
Fui un alumno aventajado;
Con lección tan oportuna.
Aprendí con prontitud;
Besándole sus mejillas.
Y mis manos recorrieron;
El cuerpo de esta mocilla.
Me venció el sueño y, cansado;
Me dormí sobre sus pechos.
Mis manos se deslizaron;
En busca de su barbecho.
Me ganó muchas batallas;
En el arte del amor.
Al final de la contienda;
La guerra la gane yo.
A. E. I.
