La feria de Puertollano en los años sesenta es de las mas concurridas, como narra Timoteo Díaz, por diferentes gremios de actividades menores."las filas de turroneros, baratijas, marisqueros y casetas con las ristras de oráculos, churreros, pinchitos, bares, carromatos, confituras, etc, f9orman una ciudad impresionante de lonas con juegos de comedia en el interior". Por entonces hasta se ofertaban trenes especiales desde Ciudad Real para que los aficionados pudieran asistir a los festejos taurinos en el coso del Paseo San Gregorio