LA VOZ DE LOS PREGONES QUE ABREN LA FERIA DE MAYO A QUIEN LA ABRA (JULIO BAYO)
Puertollano es como su feria, abierta y sin fronteras. Puertollano abre a quien lo abra, como dijo el poeta Eladio Cabañero en 1957. Puerto sin mar y vela sin navío, que huele el trabajo a fuerzas verdaderas.
Ese caracter abierto a lo largo de caesi ciento veinte años ha hecho posible que la feria de Mayo sea única en el contexto proveincial. Su situación fronteriza con Andalucía y el aluvión de gentes venidas en el explendor minero de esa comunidad y Extremadura han sido pilares suficientes para edificar una feria de contrastes alejada de los patrones marcados en el territorio.
En este caleidoscopio ferial la cartelería, los pregones y las plumas han sido eficaces herramientas para llamar a la feria. Coloridos carteles con arlequines y payasos subidos en vagonetas mineras o coches de noria, pinceles alusivos al Salón de Arte, pictóricos astados en referencia a la fiesta taurina o tambores de llamada a la diversión con telón de fondo del escudo municipal.
Puertollano es como su feria, abierta y sin fronteras. Puertollano abre a quien lo abra, como dijo el poeta Eladio Cabañero en 1957. Puerto sin mar y vela sin navío, que huele el trabajo a fuerzas verdaderas.
Ese caracter abierto a lo largo de caesi ciento veinte años ha hecho posible que la feria de Mayo sea única en el contexto proveincial. Su situación fronteriza con Andalucía y el aluvión de gentes venidas en el explendor minero de esa comunidad y Extremadura han sido pilares suficientes para edificar una feria de contrastes alejada de los patrones marcados en el territorio.
En este caleidoscopio ferial la cartelería, los pregones y las plumas han sido eficaces herramientas para llamar a la feria. Coloridos carteles con arlequines y payasos subidos en vagonetas mineras o coches de noria, pinceles alusivos al Salón de Arte, pictóricos astados en referencia a la fiesta taurina o tambores de llamada a la diversión con telón de fondo del escudo municipal.
Bien sabía el poeta Eladio Cabañero de lo que hablaba…