El pasado sábado, en nota de prensa, aseguraban que "el Hospital de Puertollano señala que lo ocurrido es un hecho singular y aislado que podría estar relacionado con un defecto de construcción y no de mantenimiento del centro".
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Como hecho "singular" podemos admitirlo, ya que afortunadamente no es muy usual que el techo se desplome sobre dos pacientes que han acudido a un centro sanitario a curarse. También "singular" es que ni el consejero de Sanidad, ni el gerente del SESCAM, ni el gerente del Área sanitaria de Puertollano sean los que pongan sus palabras en la nota de prensa, sino directamente el hospital, que es un edificio, o sea, una cosa. Aquí nadie se responsabiliza de nada.
Como hecho "singular" podemos admitirlo, ya que afortunadamente no es muy usual que el techo se desplome sobre dos pacientes que han acudido a un centro sanitario a curarse. También "singular" es que ni el consejero de Sanidad, ni el gerente del SESCAM, ni el gerente del Área sanitaria de Puertollano sean los que pongan sus palabras en la nota de prensa, sino directamente el hospital, que es un edificio, o sea, una cosa. Aquí nadie se responsabiliza de nada.
Tras la aparición de cucarachas en las habitaciones de los pacientes, hace unas semanas, tal y como destapamos, los responsables sanitarios no dijeron ni "mu". Silencio total, que es lo que les gusta y creemos que este asunto también debía ser catalogado como "singular y aislado", ya que en ningún otro centro sanitario, afortunadamente, lo hemos oído.
Lo que ocurre es que cuando se juntan varios acontecimientos catalogados de "singulares y aislados", es que la situación ya ha llegado a un punto de no retorno y se resume en: "este hospital no reúne las condiciones necesarias para prestar un buen servicio a los usuarios".