La primera parte de la misma, con luz diurna, transcurre por la ribera del
río Guadalquivir, dando la vuelta al cerro en donde se ubica Montoro. La segunda parte, ya de
noche, la dedicarán a callejear por esta localidad, disfrutando de su abundante patrimonio histórico. Cabe destacar algunos elementos
romanos y
medievales y, sobre todo, ejemplos de
arquitectura de los siglos XVI y XVIII, sin olvidar las numerosas muestras de su heráldica.