Ante el futuro totalmente incierto de la mina en Puertollano
Mientras trabajadores y sindicatos hacen resonar los tambores de guerra en Elcogas para evitar el cierre, la mina de Encasur languidece en una situación que puede ser aún más grave que el de la central de ciclo combinado sin que nadie se atreva a alzar la voz y solo, prestando mucha atención, se pueda escuchar el débil eco del murmullo de algunos mineros temiendo lo que se le avecina a la mina en la que trabajan si nada ni nadie lo remedia.
Para empezar, las circunstancias a medio plazo son que el plan de la minería llega hasta el 2018 porque en esa fecha, y por mandato expreso de la Unión Europea, está previsto el fin de la minería del carbón con el consiguiente cierre de todas las explotaciones. No olvidemos que las ayudas de los Fondos Miner son precisamente para el cierre de las minas, generación de empleo con otro tipo de empresas y restauración de terrenos mineros.
No obstante muchos políticos españoles, tanto socialistas como populares, han asegurado que la intención del Gobierno español es pedir que, después de la fatídica fecha del 2018, puedan seguir funcionando las empresas y yacimientos carboníferos que sean rentables y entre ellos podría estar la mina Enma de Puertollano perteneciente a Encasur y a su vez a la todopoderosa Endesa. Pero, por el momento y a pesar de que los años pasan inexorables, no ha habido otras noticias sobre estas intenciones y, lo que es peor, en el caso de que la propuesta fuese aceptada en Europa las empresas supervivientes tendrían que devolver las ayudas recibidas. Algo impensable que pondría en peligro el futuro de aquellas empresas que intentasen continuar con la explotación de los yacimientos.
La única luz que los trabajadores más optimistas de Encasur vislumbran al final de su oscuro túnel, más negro aún que el carbón, es que Endesa se lance tal y como se está rumoreando a la compra de los activos de E. 0N en España en una operación que podría rondar los 3.000 millones de euros y que se cerrará previsiblemente antes de finales de año.
Si eso ocurriese, en el paquete estaría incluida la central térmica de Puertollano que actualmente se encuentra cerrada. Los trabajadores de Encasur se preguntan a este respecto que haría Endesa con ella porque, como en una utopía, cabría la posibilidad de su puesta en marcha para quemar el carbón de Encasur y así encontrar una solución más o menos viable para el futuro de su centro de trabajo
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Pero también son conscientes de que esto es por el momento solo una conjetura y que las intenciones de Endesa no parecen apuntar en esa dirección a tenor de las declaraciones efectuadas por el director general de Minería de Endesa, Juan Carlos Alonso, el pasado 4 de diciembre “Encasur era rentable, pero a día de hoy Encasur no es rentable”.
Pero también son conscientes de que esto es por el momento solo una conjetura y que las intenciones de Endesa no parecen apuntar en esa dirección a tenor de las declaraciones efectuadas por el director general de Minería de Endesa, Juan Carlos Alonso, el pasado 4 de diciembre “Encasur era rentable, pero a día de hoy Encasur no es rentable”.
Incluso, la condición de mina a cielo abierto, que hasta ahora era una gran ventaja al ser la explotación más barata, ya no lo porque según Alonso “reciben ayudas públicas de un euro por tonelada, mientras que las subterráneas perciben unos treinta”.
Pero si miramos la actual situación de Encasur es que la empresa aún no tiene claras las producciones de carbón que debe extraer porque, desde la fecha del 6 de agosto en la que salió la resolución, aún no se ha adherido al plan del carbón cuando el plazo para hacerlo concluye el próximo 5 de septiembre.
Una actitud que parece confirmar los peores temores de los trabajadores porque podría ocurrir que de momento se siga produciendo hasta finales de año y, si no cambian las tornas, tres años de restauración de terrenos hasta llegar al 2017 y en el 2018 prejubilación de todos aquellos trabajadores que cumplan los requisitos, traslados de los restantes y finalmente cierre de la mina y de sus instalaciones.
Aunque aquí tampoco hay que olvidar a los trabajadores de las empresas auxiliares, que según algunos integrantes de la plantilla de Encasur, están en torno a trescientos.
Pero ante este cruel destino parece que Puertollano permanece sordo escuchando solo el ruido de las proclamas a favor de la permanencia de Elcogas apoyando mayoritariamente, como no podía ser de otra manera, a sus trabajadores. Mientras que con los mineros está ocurriendo lo que interesa a Endesa. Despacio, sin ruidos ni sobresaltos y sin prisa pero sin pausa, abocando al cierre el último vestigio de la minería en Puertollano a base de prejubilar o trasladar a los trabajadores de su plantilla mientras nadie dice nada y quien lo pueda saber calla porque tal vez le interese.
No olvidemos que Endesa es la accionista mayoritaria de Elcogas y la empresa que no parece estar interesada en mantener activa la central tal y como demuestra la callada por respuesta de su presidente José Damián Bogás a la solicitud de una reunión con los sindicatos y comité de empresa.