Dejaron atrás la
torre de refrigeración, una señorona monolítica y enigmática que los despedía lanzando estelas de vapor en forma de interrogación. Los 300 trabajadores, familiares y ciudadanos de la comarca de
Puertollano que han participado este viernes en la marcha por el futuro de Elcogas y de la ciudad industrial emprendieron su particular travesía del desierto lanzando proclamas sobre el asfalto, caminando en las flamas de la incertidumbre, diluidos en las reverberaciones del calor sobre la
... (ver texto completo)