Termino de leer un relato escrito por Blas Adánez, no se en que año lo escribiría, si el año en que se editó, y como es referente a la procesion de la Patrona creo que voy a compartirlo con vosotros. Voy en su busca
LA PROCESIÓN DE LA PATRONA
Sobrepasa con mucho, a los años anteriores, la cantidad de público que este año asistió a la procesión anual de la Patrona de esta ciudad, Santísima Virgen de Gracia. Desde las ocho de la tarde hasta cerca de las once resultaba dificilísimo transitar por todo el Paseo de San Gregorio, totalmente abarrotado de público, al mismo tiempo que la circulación de coches planteaba un gran problema que nuestros guardias fueron resolviendo en cada caso, con gran paciencia y pericia.
Algo más de dos horas tardó la imagen de la Señora de la ciudad en hacer su habitual recorrido, yendo acompañada por todo el Clero local, autoridades, hermandades, cofradías, bandas de música y de trompetas y tambores, y a un lado y a otro del cortejo, larguísimas filas de señoras y de caballeros, con sus velas. Desde las banderas de las hermandades que abrían la procesión, hasta la presidencia oficial, casi cubrían por entero todo el largo recorrido del itinerario, mientras por calles, calzadas y plazas se agolpaba una incalculable muchedumbre.
A la entrada de la Santísima Virgen en su Parroquia se quemó una gran traca, mientras en el espacio, atronaban centenares de cohetes. Y así entre vítores e himnos, hizo su entrada, en su iglesia, la Santísima Virgen de Gracia.
Pero no queremos hacer punto final sobre tan hermoso espectáculo en el que la fe de Puertollano se hace patente todos los años de la manera más esplendorosa, sin recordar el triste contraste que ofrecía el momento de la entrada de la Virgen en su iglesia, que aparecía sin una mala luz extraordinaria en la fachada del sagrado recinto; solamente tres macilentas bombillas de poco voltaje saludaban a la "Dulce Paloma" que volvia a su palomar. Desapareció el arco cuajado de luz que otros años se montaba; ya no existen las luces de colores que orlaban la puerta por donde la Virgen entra a su iglesia... A la Virgen de Gracia, que todo se lo merece, le han quitado sus antiguas iluminaciones, Mientras, de la Parroquia para abajo, todo es fastuosidad de alumbrados extraordinarios. Magnífica iluminación que culmina con una instalación verdaderamente fantástica, modernísima y multicolor en la Glorieta de Emilio Porras, acotada por las noches para rendir culto a Terpsicore y otro poquito a Baco...
Estamos seguros, segurísimos, que si las entidades encargadas de hacerlo no pueden, si este deseo, si esta necesidad u obligación, mejor dicho, de ofrecer a la Santísima Virgen un alumbrado digno de Ella en la fecha jubilosa de sus fiestas, se solicitara de cualquier potente empresa de la ciudad, lo haría con muchísimo gusto, lo mismo que para otras fiestas totalmente profanas se han "volcado" materialmente en favor del fausto y del oropel brillante de nuestros dias feriados.
Ahí queda la idea, con la firme esperanza de que, el año que viene, resurgirán los arcos luminosos a la entrada de la Virgen, y quien sabe si también veremos fantásticamente iluminada toda la fachada del querido recinto y su pequeño campanario.
Como la Virgen de Gracia lo pida a su pueblo amado, será algo tan grandioso como es la grandeza de su Amor hacia todos nosotros
BLAS ADÁNEZ JURADO
Sobrepasa con mucho, a los años anteriores, la cantidad de público que este año asistió a la procesión anual de la Patrona de esta ciudad, Santísima Virgen de Gracia. Desde las ocho de la tarde hasta cerca de las once resultaba dificilísimo transitar por todo el Paseo de San Gregorio, totalmente abarrotado de público, al mismo tiempo que la circulación de coches planteaba un gran problema que nuestros guardias fueron resolviendo en cada caso, con gran paciencia y pericia.
Algo más de dos horas tardó la imagen de la Señora de la ciudad en hacer su habitual recorrido, yendo acompañada por todo el Clero local, autoridades, hermandades, cofradías, bandas de música y de trompetas y tambores, y a un lado y a otro del cortejo, larguísimas filas de señoras y de caballeros, con sus velas. Desde las banderas de las hermandades que abrían la procesión, hasta la presidencia oficial, casi cubrían por entero todo el largo recorrido del itinerario, mientras por calles, calzadas y plazas se agolpaba una incalculable muchedumbre.
A la entrada de la Santísima Virgen en su Parroquia se quemó una gran traca, mientras en el espacio, atronaban centenares de cohetes. Y así entre vítores e himnos, hizo su entrada, en su iglesia, la Santísima Virgen de Gracia.
Pero no queremos hacer punto final sobre tan hermoso espectáculo en el que la fe de Puertollano se hace patente todos los años de la manera más esplendorosa, sin recordar el triste contraste que ofrecía el momento de la entrada de la Virgen en su iglesia, que aparecía sin una mala luz extraordinaria en la fachada del sagrado recinto; solamente tres macilentas bombillas de poco voltaje saludaban a la "Dulce Paloma" que volvia a su palomar. Desapareció el arco cuajado de luz que otros años se montaba; ya no existen las luces de colores que orlaban la puerta por donde la Virgen entra a su iglesia... A la Virgen de Gracia, que todo se lo merece, le han quitado sus antiguas iluminaciones, Mientras, de la Parroquia para abajo, todo es fastuosidad de alumbrados extraordinarios. Magnífica iluminación que culmina con una instalación verdaderamente fantástica, modernísima y multicolor en la Glorieta de Emilio Porras, acotada por las noches para rendir culto a Terpsicore y otro poquito a Baco...
Estamos seguros, segurísimos, que si las entidades encargadas de hacerlo no pueden, si este deseo, si esta necesidad u obligación, mejor dicho, de ofrecer a la Santísima Virgen un alumbrado digno de Ella en la fecha jubilosa de sus fiestas, se solicitara de cualquier potente empresa de la ciudad, lo haría con muchísimo gusto, lo mismo que para otras fiestas totalmente profanas se han "volcado" materialmente en favor del fausto y del oropel brillante de nuestros dias feriados.
Ahí queda la idea, con la firme esperanza de que, el año que viene, resurgirán los arcos luminosos a la entrada de la Virgen, y quien sabe si también veremos fantásticamente iluminada toda la fachada del querido recinto y su pequeño campanario.
Como la Virgen de Gracia lo pida a su pueblo amado, será algo tan grandioso como es la grandeza de su Amor hacia todos nosotros
BLAS ADÁNEZ JURADO