Una cifra que podría ser aún mayor puesto que las Gerencias de algunos hospitales no han querido facilitar los datos a este sindicato, en una muestra más de la opacidad en la gestión del SESCAM, que tiene la obligación de ser transparente puesto que es un servicio público.
El cierre de estas 346 camas se suma a las más de 400 camas que hay cerradas de forma permanente en los hospitales de Castilla-La Mancha, lo que pone de manifiesto el continuo deterioro de la asistencia en los hospitales de la región, en los que las plantillas están bajo mínimos y cuyos profesionales están desbordados por las cargas de trabajo, lo que conlleva el empeoramiento de la calidad de la asistencia que se presta a los pacientes y compromete su propia seguridad.