En efecto, como dice Cubero, el viento pone plantas y flores mustias, por lo que se impone regar, máxime en esta seca Castilla.
Vengo de una caminata mañanera, hasta que el sol desde lo alto ha comenzado a apretar, corría una brisa, delante de mi caminaba "un chaval de mi edad" de mi edad, con el to0rso desnudo, yo para no ser menos, he secundado, su idea... aunque solo sea para presumir de playa. Que por cierto, el día dos me veré por la región murciana.
Y como he venido pensando en playa, en que fui joven. y que gocé de estas, cuanto me permitió el curro... ¿que tal si nos contamos una historia de AQUELLAS?
<<< no fué nada casual: creo qe no hay nada casual, cuando como en este caso, el corazón da fuerza: te esperaba. Te esperaba desde hacía algunas horas, al abrigo de el Sol entre las rocas. Te viera llegar. Te viera desprenderte de tu ropa. te he visto jugar con las olas, chapotear en el agua, sintiendo envidia de la espuma que te acariciaba.
! Había pasado tanto tiempo!... pensaba mientras te desprendías de el gorro, dejando suelta tu negra y brillante cabellera. Te miraba: miraba esos cabellos sueltos que la brisa acariciaba, balanceándose al ritmo de tus pasos, ligeros y menudos. La indecisión me perseguía. ¿Me entenderías? ¿como decirte, como explicartete que no fuuera mía la culpa, sino d imprevisibles acontecimientos? Hoy, mi boca. hoy mi alma, desea pronuncian sentimientos, nacidos de el primer encuentro: sentimientos acumulados...-me he estado diciendo de labios para adentro.
Durante mucho tiempo, y hoy, en estas horas de espera, he estado recordando, nuestro encuentro y lo que sucedió allí en la terraza de aquel bar de el puerto... lo he garabateado en mi memoria.
Gruesas nubes, crecían en el Cielo, una canción, desgranaba, su notas desde alguna parte, sobre la terraza de aquel bar: "Ansiedad de tenerte en mis brazos, musitando palabras de amor" Y tu estabas, allí, dos mesas mas lejos, seria, embelesada... yo noté que tus labios se movían, a la vez que tu cabeza, a el ritmo de la canción.
Había estallado la tormenta. al instante, se vació la terraza, y unos se refugiaron dentro y otros cono tu y yo bajo el gran toldo... nos vimos acurrucados el uno junto a el otro´, como si el destino así lo hubiera previsto. Se cruzaron nuestras miradas, varias vece, y hasta me regalaste alunas sonrisa, que a mí se me antojó de comprensión, cuando una pareja, buscó refugio, precipitadamente, y me arrojo sobre ti...
-! Pendón -dije- Me miraste comprensiva. Tenía tus ojos cerca de los míos: Sentía el calor de tu cuerpo sobre mi cuerpo... la pareja se abrazaba, ajena a la tormenta, y me apretaban hacia ti ajenos, esa especie de azoramiento y felicidad que me invadía...
-! Lo siento!... mentí, pues no lo sentía, y deseaba que la tormenta se prolongase mucho tiempo. Agradecía los enpujones de la pareja sobre mi espalda... pensaba en ellos, quería ser ellos y te miré, como buscando respuesta. De tus ojos una mirada brillante, de tus labios un movimiento, leve, que los dejaron entreabiertos. deseaba beber... sentí sed de ellos, de esa humedad que dejo tu lengua en su leve aparición.... deseaba decirte lo que sentía, y en cierto modo lo dije, puesto que me apreté a tu cuerpo, sentía tus senos sobre mi mecho... sentía un hermoso suplicio,: una tormenta dentro de la tormenta que cesaba.
Nos habíamos quedado solos, completamente solos: había cesado la lluvia. se había roto el hechizo... me separé torpemente primero, luego aparte unas sillas, y te tomé de la mano y dije: Tomemos algo, y si te parece charlamos...
No dijiste nada,. Te abandonaste a mano, que sentía el tibio calor de la tuya.
¿Sabes que te he mirado muchas veces? ¿sabes que hubiera deseado, haber... comentado algo sobre la canción...?
Yo también te he mirado. Yo también he escuchado la canción. Yo también... YO TANBIÉN lo repetimos, en nuestra alegre y larga conversación.
Y charlamos muchas horas. Y caminamos por las calles. Y nos acercamos al puerto, tu mano sobre la mía... no envidíe a aquella pareja que se besaba a mis espaldas,, no envidiamos a nadie, concretamos, después, de el inicio... de nuestro primer beso, al que siguieron otros, en el rincón de el parque bajo la palmera mas grande.
-Lo deseaba- te dije-
-Lo deseaba -me repetiste mientra nos fundíamos en un largo abrazo en el que sobraban las palabras.
-Y dices que te vas mañana y que no sabes para cuanto tiempo?, dijiste, mientras descansabas tu cabeza sobre mi pecho...
Sentí la humedad de una lagrimas:
! Esto es amor!... El barco parte mañana. pero te escribiré.
Nos abrazamos lago rato.
Me han quemado aquellas tus lagrimas, mucho tiempo.
Regresaré a quererte, como tu me has enseñado, y te apreté: te apreté contra mi... No podía saber lo que iba a suceder, después... en nuestra ardorosa despedida, olvidé tu dirección. Tu podrías haberte informado sobre la mía..
(continuará)
LIBERTAD.
Vengo de una caminata mañanera, hasta que el sol desde lo alto ha comenzado a apretar, corría una brisa, delante de mi caminaba "un chaval de mi edad" de mi edad, con el to0rso desnudo, yo para no ser menos, he secundado, su idea... aunque solo sea para presumir de playa. Que por cierto, el día dos me veré por la región murciana.
Y como he venido pensando en playa, en que fui joven. y que gocé de estas, cuanto me permitió el curro... ¿que tal si nos contamos una historia de AQUELLAS?
<<< no fué nada casual: creo qe no hay nada casual, cuando como en este caso, el corazón da fuerza: te esperaba. Te esperaba desde hacía algunas horas, al abrigo de el Sol entre las rocas. Te viera llegar. Te viera desprenderte de tu ropa. te he visto jugar con las olas, chapotear en el agua, sintiendo envidia de la espuma que te acariciaba.
! Había pasado tanto tiempo!... pensaba mientras te desprendías de el gorro, dejando suelta tu negra y brillante cabellera. Te miraba: miraba esos cabellos sueltos que la brisa acariciaba, balanceándose al ritmo de tus pasos, ligeros y menudos. La indecisión me perseguía. ¿Me entenderías? ¿como decirte, como explicartete que no fuuera mía la culpa, sino d imprevisibles acontecimientos? Hoy, mi boca. hoy mi alma, desea pronuncian sentimientos, nacidos de el primer encuentro: sentimientos acumulados...-me he estado diciendo de labios para adentro.
Durante mucho tiempo, y hoy, en estas horas de espera, he estado recordando, nuestro encuentro y lo que sucedió allí en la terraza de aquel bar de el puerto... lo he garabateado en mi memoria.
Gruesas nubes, crecían en el Cielo, una canción, desgranaba, su notas desde alguna parte, sobre la terraza de aquel bar: "Ansiedad de tenerte en mis brazos, musitando palabras de amor" Y tu estabas, allí, dos mesas mas lejos, seria, embelesada... yo noté que tus labios se movían, a la vez que tu cabeza, a el ritmo de la canción.
Había estallado la tormenta. al instante, se vació la terraza, y unos se refugiaron dentro y otros cono tu y yo bajo el gran toldo... nos vimos acurrucados el uno junto a el otro´, como si el destino así lo hubiera previsto. Se cruzaron nuestras miradas, varias vece, y hasta me regalaste alunas sonrisa, que a mí se me antojó de comprensión, cuando una pareja, buscó refugio, precipitadamente, y me arrojo sobre ti...
-! Pendón -dije- Me miraste comprensiva. Tenía tus ojos cerca de los míos: Sentía el calor de tu cuerpo sobre mi cuerpo... la pareja se abrazaba, ajena a la tormenta, y me apretaban hacia ti ajenos, esa especie de azoramiento y felicidad que me invadía...
-! Lo siento!... mentí, pues no lo sentía, y deseaba que la tormenta se prolongase mucho tiempo. Agradecía los enpujones de la pareja sobre mi espalda... pensaba en ellos, quería ser ellos y te miré, como buscando respuesta. De tus ojos una mirada brillante, de tus labios un movimiento, leve, que los dejaron entreabiertos. deseaba beber... sentí sed de ellos, de esa humedad que dejo tu lengua en su leve aparición.... deseaba decirte lo que sentía, y en cierto modo lo dije, puesto que me apreté a tu cuerpo, sentía tus senos sobre mi mecho... sentía un hermoso suplicio,: una tormenta dentro de la tormenta que cesaba.
Nos habíamos quedado solos, completamente solos: había cesado la lluvia. se había roto el hechizo... me separé torpemente primero, luego aparte unas sillas, y te tomé de la mano y dije: Tomemos algo, y si te parece charlamos...
No dijiste nada,. Te abandonaste a mano, que sentía el tibio calor de la tuya.
¿Sabes que te he mirado muchas veces? ¿sabes que hubiera deseado, haber... comentado algo sobre la canción...?
Yo también te he mirado. Yo también he escuchado la canción. Yo también... YO TANBIÉN lo repetimos, en nuestra alegre y larga conversación.
Y charlamos muchas horas. Y caminamos por las calles. Y nos acercamos al puerto, tu mano sobre la mía... no envidíe a aquella pareja que se besaba a mis espaldas,, no envidiamos a nadie, concretamos, después, de el inicio... de nuestro primer beso, al que siguieron otros, en el rincón de el parque bajo la palmera mas grande.
-Lo deseaba- te dije-
-Lo deseaba -me repetiste mientra nos fundíamos en un largo abrazo en el que sobraban las palabras.
-Y dices que te vas mañana y que no sabes para cuanto tiempo?, dijiste, mientras descansabas tu cabeza sobre mi pecho...
Sentí la humedad de una lagrimas:
! Esto es amor!... El barco parte mañana. pero te escribiré.
Nos abrazamos lago rato.
Me han quemado aquellas tus lagrimas, mucho tiempo.
Regresaré a quererte, como tu me has enseñado, y te apreté: te apreté contra mi... No podía saber lo que iba a suceder, después... en nuestra ardorosa despedida, olvidé tu dirección. Tu podrías haberte informado sobre la mía..
(continuará)
LIBERTAD.
Amigo Juan, te diré que de manera particular la playa la detesto, me queda a cuatro kilómetros de casa, eso si me encanta ir de noche a echar la caña y tentar a las lubinas, ya ves hay gente rara y yo soy uno de ellos.
Leyéndote claro que siento una envidia sana, máxime con lo que relatas y de la forma que se sucedieron los hechos, bonita historia de un amor a primera vista, lastima que ese barco debiera de partir y tú fueras parte de su pasaje, pero el destino es así de caprichoso y no entiende de sentimientos.
Como siempre me sorprendo con tus relatos, esperando desde ya la continuación….. cuídate amigo…
Leyéndote claro que siento una envidia sana, máxime con lo que relatas y de la forma que se sucedieron los hechos, bonita historia de un amor a primera vista, lastima que ese barco debiera de partir y tú fueras parte de su pasaje, pero el destino es así de caprichoso y no entiende de sentimientos.
Como siempre me sorprendo con tus relatos, esperando desde ya la continuación….. cuídate amigo…
