PUERTOLLANO: ! Hola amigos! Calculo, estás en lo cierto Loli: yo...

! Hola amigos! Calculo, estás en lo cierto Loli: yo abandoné esta ventana, ya casi a las seis de la madrugada, y para ser sincero, si pensé que, alguno de los coches,, que se alejaban hacía el Sur, podía se Cubero. No pasó desapercibido, que venían hacia Toledo, muchos mas coches, que en la otra dirección. Justamente, venía de leer un escrito (relato -cuento) de Cubero, y largo tiempo mi pensamiento, retrocedió en el tiempo... y me fabrique, asomado a la oscuridad, sueños a los que di vida a boli. Vais a perdonar, pero, el mundo en el que vivía en ese momento se borró, y en lo hondo de la noche, durante unos minutos, fui transportado, a una lejanía... que no volverá. Acontecimientos de la jornada. El viaje de Cubero. El mundo todo, desapareció y en la oscuridad, brotó la historia.

<<< Atrás: quería dejar atrás aquel amor... inventado. Aquellas promesas, que solo eran nubes que se desvanecían. Horas que se sucedían y que conducían en la meditación, a un vacío cada vez menos soportable.
-Mejor desviarme de su camino-me decía- Mejor salir de una vez, de el tunel, interminable; desandando el camino, puesto que al final, la duda borraba toda posibilidad de luz. Y retrocedí en lo andado... después de días de vacilación.
Huía: huía de ella, y de sus horas tediosas. Huía, y me sentía contento pese a
vagar sin rumbo, en la noche. Para cobijarme en la noche, que nada mas acostarse sobre la ciudad, se me antojaba vacía. ¿como imaginar, que en una noche sin estrellas, en un ruidoso y sucio barrio, iba a brotar una estrella en la noche?
Inesperados soles. días atrás habían nublado mi vida, y aún me apretaban en el pecho, cuando, tras pasear por estrechas callejas, desemboque en aquel lugar. Tal vez yo no era solo, el triste que caminaba... Tal vez la noce cobijaba a otros tristes, y se encontraban entre aquellos con quien me cruzaba. A veces miraba, a aquel o el otro individuo con el que me cruzaba, tratando de leer en su rostro, si se veía el efecto de haber sufrido palabras engañosas... Y es que yo, acababa de pronunciar un hasta nunca y me había mirado al espejo, poco después... leyendo en mi rostro desencanto. No encontraba consuelo. No me libraba de esa especie de tela de araña, pese a que me hacia sudar el recuerdo de tan elaboradas mentiras.! Bah- murmuré con una entereza que me sorprendió- Tal vez ha sido mejor así... demasiada zalamería. Demasiados caprichos. Demasiadas actitudes; que acaban en discursiones... Demasiados celos infundados...-me estaba diciendo- ya dentro de aquel concurrido local que apestaba a humo y alcohol. Alli estabas tu. Allí estabas sola; fumando un cigarrillo, sentada en una mesa de un rincón de el local. En ese momento mirabas, la debil columna de humo de tu cigarrillo. A través de el, sorprendiste mi mirada y se ate alumbró una sonrisa. Tus ojos fijos en los míos, viera que se derraban de pronto, mientras el movimiento de tus senos, me hizo adivinar un suspiro.. Tal vez tus ojos, habían preguntado algo... tal vez ambas miradas se habían dicho algo- Me decía mientras contemplaba a través de la cargada atmósfera aquella tu figura de mujer hermosa, pero inmensamente sola. inmensamente triste. Hermosamente, encogida de tristeza. Por eso me acerqué, y, me sorprendí de mi atrevimiento. Dije:
-Estoy solo. Esto para mi es desconocido. Perdona...
Tus ojos, aquellos ojos de los que yo esperaba colera, me sonreían.
-Yo también estoy sola, y tampoco frecuento estos lugares. Ya me marchaba, cuando te vi llegar, vacilante, y te seguí de mi mirada, has ta la barra, y después de mirar a tu alrededor... hice mis cálculos. Me mirabas en esso momentos y yo pensaba:
-Acaba de entrar, un hombre que, por algún motivo, se siente solo entre los solos y triste entre los tristes.
Reías, y, yo acabé riendo tan acertada ocurrencia.
- ¿Habías dicho que te marchabas? ¿Permites que...?
Te había incorporado, y en un gesto entendí que te siguiera. La noche era fría, pero me sentí mejor, lejos de la atmósfera cargada de el interior. ptra vez me sorprendió la noche. Una mujer, bella, jovial, a mi lado, se había cogido de mi brazo, y se comportaba, como si el encuentro, aquel hubiera sucedido, mucho antes.
Aquella noche burlamos la soledad. Burlamos cansancios, agonías, caprichos y costumbres que otros se empeñaban en seguir. En aquella noche, de sus horas, brotaron flores de amor.
Yo huía de el hastío. me has llevado, hasta el cielo que yo buscaba... -murmurabas mientras tu silencio ME CONDUCÍA A SILENCIOS DIFERENTES.
Todo ha sido DISTINTO, habíamos convenido, después de aquel acto de amor. Una flor magiga y diferente, brotó en una noche en que ni tan siquiera se asomo la Luna. Bebimos en una nueva y desconocida fuente, amor hasta la plenitud de el alba, que nos sorprendió, cuando ambos estrechamente abrazados, decíamos:
Hemos vencido a la soledad. Hemos amanecido victoriosos.
LIBERTAD
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Uyyy Libertad, desamores y amores, aun en noches sin lunas que brillen en el cielo., pero en este relato, como en otros veo que al final la luna aparece aunque sea con forma de mujer, o mejor expresado con forma humana

Vaya si esas orillas del Sena hablaran, de tu paso por Paris