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TARDE DE TOROS
Las cinco de la tarde, para uno puede que sea su día de gloria y triunfo, para el otro ya esta escrito su destino.
Después del paseíllo de las cuadrillas y una vez todo preparado, da comienzo “el espectáculo”.
El “maestro” arrodillado delante de la puerta. Al toro antes de salir ya le han dado su primer pinchazo, ese que nadie ve, sale muy bravo, pero debilitado con la divisa del ganadero, ese que le ha vendido para su sacrificio.
El “maestro” le recibe a continuación con una verónicas y saber hacer, dejándole delante del caballo.
El “picador” lo aguanta con un certero “puyazo”, si este es bueno no se le castigará más, de momento.
Luego viene “la suerte de banderillas”, tres pares de ellas bien colocadas, hay que quitarle fuerza al animal.
El “maestro” capote en mano, comienza a disfrutar de su oficio y bien hacer, unos pases de pecho, seguidos del School Taurino, consiguen arrancar los aplausos del publico.
El toro esta entregado y preparado para su final, pero quiere morir con la cabeza levantada.
El “maestro” le obliga a mirar al suelo, dejando bien visible la cruz, se prepara con el estoque y en un sincronizado movimiento, el acero entra en su punto exacto y con un certero golpe de muerte.
El “maestro” gana la batalla.
El toro pierde: orejas, rabo y la vida.
Pero como decía alguien, donde se ponga una buena corrida, que se quiten los toros.
Las cinco de la tarde, para uno puede que sea su día de gloria y triunfo, para el otro ya esta escrito su destino.
Después del paseíllo de las cuadrillas y una vez todo preparado, da comienzo “el espectáculo”.
El “maestro” arrodillado delante de la puerta. Al toro antes de salir ya le han dado su primer pinchazo, ese que nadie ve, sale muy bravo, pero debilitado con la divisa del ganadero, ese que le ha vendido para su sacrificio.
El “maestro” le recibe a continuación con una verónicas y saber hacer, dejándole delante del caballo.
El “picador” lo aguanta con un certero “puyazo”, si este es bueno no se le castigará más, de momento.
Luego viene “la suerte de banderillas”, tres pares de ellas bien colocadas, hay que quitarle fuerza al animal.
El “maestro” capote en mano, comienza a disfrutar de su oficio y bien hacer, unos pases de pecho, seguidos del School Taurino, consiguen arrancar los aplausos del publico.
El toro esta entregado y preparado para su final, pero quiere morir con la cabeza levantada.
El “maestro” le obliga a mirar al suelo, dejando bien visible la cruz, se prepara con el estoque y en un sincronizado movimiento, el acero entra en su punto exacto y con un certero golpe de muerte.
El “maestro” gana la batalla.
El toro pierde: orejas, rabo y la vida.
Pero como decía alguien, donde se ponga una buena corrida, que se quiten los toros.
Curiosa crónica Cubero, por ahí hay otra de Uno Más ¿la conoces?, yo siempre he sido muy taurina, pero ahora me paro mucho en cositas que has dejado tu aquí y en lo que decía Uno Más, creo lo puse por aquí o en Entrepueblos, si no lo conoces, te sugiero lo leas, seguro te gusta, a mi me ha gustado lo que he leído entre líneas del tuyo también.
No obstante, cuando veo una buena faena, un natural bien dado, un torero quieto parao y un toro noble que envista, que quieres que te diga, que igual que con el cante jondo, me emociono.
No obstante, cuando veo una buena faena, un natural bien dado, un torero quieto parao y un toro noble que envista, que quieres que te diga, que igual que con el cante jondo, me emociono.
Celebro que te guste María, no se si te he comentado alguna vez que a mi no me gustan los toros, bueno el espectáculo, pero respeto el gusto de los demás.
Se que están criados para morir en el ruedo, pero cada uno tenemos nuestros gustos, lo mismo que a mi me gusta el Futbol.
Lo que dices de uno mas me suena ese nombre, no se si por la Aldea del Rey, de todas maneras fue una cosa que se me ocurrió sentado en la sombra frente a la plaza de toros en mi reciente viaje a Puertollano.
Se que están criados para morir en el ruedo, pero cada uno tenemos nuestros gustos, lo mismo que a mi me gusta el Futbol.
Lo que dices de uno mas me suena ese nombre, no se si por la Aldea del Rey, de todas maneras fue una cosa que se me ocurrió sentado en la sombra frente a la plaza de toros en mi reciente viaje a Puertollano.
