ME DUELE TANTO EL ALMA...
! Me duele tanto el alma
cuando en repechos veo
que sombras alargadas
Penan en los senderos!
Me duelen los mil ruidos
y otros tastos silencios.
Se callan las estatuas
los llantos que despiertos
se callan o taladran
con gritos en el tiempo,
en las calle y plazas,
hiriendo los recuerdos.
Me duelen sus silencios:
me duelen las gargantas
gritando en todo tiempo
palabras destrozadas.
me duele hasta el aliento:
me duelen las palabras.
Me duelen los cipreses.
callados cuando velan
silencios de los muertos
tirados en la tierra.
Me duelen, libertades
de siempre maltratadas.
Me lloran y me duelen
llantos en el olvido,
que crecen y me crecen
por todos los caminos.
Me duele que me recen
tanto tiempo en el frío.
Me duelen las estrellas
en cielos escondidos
sollozando en la pena...
Me duelen los gemidos,
en las noches enteras
y su último grito.
Me duele el pensamiento.
me duele hasta la lengua
del alma, desde dentro...
porque ellos se despiertan
de hermosos esqueletos
con lágrimas muy enteras.
Me duele... exclamo y digo
me duelen las cunetas...
La hierba y tanto espino
punzante en las sendas...
me duelen los suspiros
de flores que despiertan
LIBERTAD.
! Me duele tanto el alma
cuando en repechos veo
que sombras alargadas
Penan en los senderos!
Me duelen los mil ruidos
y otros tastos silencios.
Se callan las estatuas
los llantos que despiertos
se callan o taladran
con gritos en el tiempo,
en las calle y plazas,
hiriendo los recuerdos.
Me duelen sus silencios:
me duelen las gargantas
gritando en todo tiempo
palabras destrozadas.
me duele hasta el aliento:
me duelen las palabras.
Me duelen los cipreses.
callados cuando velan
silencios de los muertos
tirados en la tierra.
Me duelen, libertades
de siempre maltratadas.
Me lloran y me duelen
llantos en el olvido,
que crecen y me crecen
por todos los caminos.
Me duele que me recen
tanto tiempo en el frío.
Me duelen las estrellas
en cielos escondidos
sollozando en la pena...
Me duelen los gemidos,
en las noches enteras
y su último grito.
Me duele el pensamiento.
me duele hasta la lengua
del alma, desde dentro...
porque ellos se despiertan
de hermosos esqueletos
con lágrimas muy enteras.
Me duele... exclamo y digo
me duelen las cunetas...
La hierba y tanto espino
punzante en las sendas...
me duelen los suspiros
de flores que despiertan
LIBERTAD.
Uff, me acabas de sorprender con éste poema, hoy que escuchaba en las noticias de alguna "cuneta" que había sido marcada o delimitada, después de tantos años, que sigue doliendo..... Gracias Libertad, es ciertamente emotivo lo que has escrito, se que más tarde, tú mismo te gustarás al leer y repasar.
