Esta
fuente se halla ubicada en la
carretera que nos lleva a la
Virgen de la Cabeza, junto al arroyo del el Enebrillo. El
agua que es potable, mana de la propia
piedra, en la trinchera que se construyó para el paso de dicha carretera. Es pura y cristalina, cargada de energía, fresca y tan suave, que emana vida. Los transeuntes que viajan por la zona, se refrescan en la misma y reciben tal sensación y bienestar, que les incita a una parada obligatoria al circular por el lugar.