Este bonito caballo, que relinchaba y intentaba acercarse a mi, cuando intenté hacerle la fotografía, tiene una estampa, que te hace sentir la necesidad de plasmarla en el papel. La vida salvaje y natural, aún deja su marca en estos lugares y nos hace pensar, en lo cautivador que resultan a pesar de cierta expresión de soledad, que en momentos puntuales podamos sentir.