La montería forma parte de la identidad de los habitantes de
Solanilla del Tamaral. La
reunión a primera hora de la mañana, para las migas y el sorteo de los puestos, es toda una celebración. La segunda parte, la montería, donde monteros, escuchan el ladridos de perros y salida de las camadas de las reses. La tarde las anécdotas y contertulias y recuento de reses abatidas. Con euforia o desilusión dan por finalizada la jornada.