En el siglo anterior, debido a la demanda de material de construcción por la empresa minera (Peñarroya) y las nuevas construcciones de la localidad, de
Solanilla del Tamaral, se montaron varias tejeras. Este es el caso de la tejera de Dulce, donde se elaboraron de manera muy rudimentaria, los materiales de construcción que las diferentes entidades locales solicitaban. Esta utilizaba como combustible leña y el
horno de tiro natural, constaba de tres compartimentos: zona de ´combustión, zona de radiación y zona de convección. Aunque precario y muy trabajoso, cumplio durante un periodo, el cometido asigando y como consecuencia un volumen económico social que potencio el desarrollo y economía de las gentes del lugar.