A espaldas de la localidad, en la
sierra del Burcio del Manzanillo y junto a
Solanilla del Tamaral, afloran las láminas de cuarcita de origen metamófico, aportando belleza al
paisaje y permitiendo que
flora y
fauna convivan ambas, lo que da al lugar un encanto fuera de lo común. Es habitual, el vuelo planeador del buitre leonado, el aguila real acechando a las piezas y el ciervo berreando en la época del apareamiento.