La
sierra a espaldas del tamaral, conocida como Burcio del Manazanillo, es rica en todo tipo de vegetación. En ella se mueve la
cabra Montesa, el buitre Leonado, el águila real, entre otras. Posee paneles parietales de
arte rupestre esquemático y varias construcciones de
piedra del periodo aproximado al bronce. Sus
rocas cuarcíticas sumengen del subsuelo y florecen a lo alto reclamando nuestra atención. Es un lugar muy abrupto, que está lleno de vida.