En esta pequeña aldea ya apenas quedan niños. En la
fotografía podemos observar los últimos niños del lugar. Todos los que nos sentimos unidos a esta localidad, sentimos miedo y nostalgia. Deseamos lo mejor y queremos se produzca ese milagro, que nos permita ver como antes, el correteo de sus niños en la
plaza y sentir viva y con esperanza a esta pedanía.