Permaneces inalterable al tiempo y al desgaste. Te muestras altozano, soberano, escribiendo en tu tronco tu existencia. Los años apenas causan mella en tí, sigues el curso de las
estaciones, profundizando tus raices y mostrando tus extremidades al
cielo en busca es posible, de las estrellas. Eres un ejemplar único, al observarte, nos recuerdas cual pequeños somos comparados contigo en el tiempo. Espero que sigas siendo testigo de nuevas generaciones, que todos te admiren y observen, al viejo roble, ese que sabe escribe en sus anillos la
historia del pasado, nuestra raices.