Ese fué uno de los muchos días de nuestras correrías continuas por las sierras. Lo pasamos bién, aunque sufrimos bastante sed. Los chicos, como es el caso de esta
fotografía, se divirtieron, todos sentimos esa sensación de aventura. La jornada transcurrió con normalidad y la vuelta a
casa, sanos y salvos, nos permitió referir los últimos acontecimientos como anécdotas, para recordar en las futuras tertulias.