El guarda Pepe, me lo dijo: El zorro acude todas las tardes
noches a
comer y no se espanta, reconoce mi voz. Fuimos y cual fué la sorpresa, cuando comprobamos insitu, la realidad. Acudía a la llamada y mientras comía le hicimos
fotografías, sin que se alterase, una vez sastifecho, se marchaba si mas, hasta el siguiente día. La
naturaleza dota a estos animales de instinto e inteligencia, para diferenciar las situaciones, entre seguridad y peligro real.