La
flor de la jara, con su belleza, simplicidaD y naturalidad, nos ofrece un
campo ilimitado de fuerzas y energías vibracionales. Su
mensaje "sutil", es capaz de traspasar las barreras de nuestro corazones e introducirse dentro de nosotros, acelerando las reacciones que se producen en nuestro interior.
Comprender esta fuerza vibracional y saber llegar hasta ella, dependerá simplemente del modo natural en el comportamiento del ser. Si la observamos detenidamente, podemos aprovechar esta cualidad interna.
No, menospreciemos a estos seres vivos, que son capaces de irradiar las "fuerzas telúricas", que nos llegan del universo. Con respeto, bondad y amor, seremos capaces de conexionar con plenitud y utilizarlas como catalizadores, que aceleren los procesos y modifiquen nuestros estados de conciencia.
Amar a la flor, es amarnos a nosotros.