La niebla irradia más encanto a este paraje de la sierra del Herruzo. Si resulta encantador en primavera, ahora en invierno reclama la atención de todos los que nos acercamos al lugar, ya sea de paso o para contemplarlo. Esta es una de las muchas maravillas que nos oferta solanilla, sobre todo aquellas personas que sentimos y amamos a la naturaleza.