Estas fotografias no resultan agradables a muchos de nosotros, pero son una triste realidad que se repite día a día, sin que las autoridades competentes traten de remediarlo. El hecho es secillo y simple, que se respeten los pasos naturales de los animales y las carreteras estén dotadas por debajo de esos accesos para ellos, con lo que evitaríamos que se repitiesen los accidentes de manera continuada. Pero intereses económicos y de mala concienziación, hacen que se evada la responsabilidad de todos...