El personaje de esta foto, al que me une una gran amistad, es muy peculiar y con él es seguro que no te aburres. Un día estabamos los dos en mi terreno montando una alambrada en el río Robledillo, estaba el colmenero, los valencianos, repasando y verificando las colmenas, es decir removiendolas. Al vernos trabajando se acercó y nos dijo: si se acercan las abejas y se ponen en vuestro pelo, para matarlas tan solo las aplastais y sin levantar la mano la correís hacia un lado, eso es todo. Lo que parecía...