Angel, circunstacias de trabajo te obligaron a emigrar, para forjar un futuro para ti y tu
familia. En tu corazón esta tierra, esa en que tu nacistes permaneció viva y hacías escapadas para sentirla en compañía de los tuyos. Yo llegue a conocerte y apreciarte, eras persona afable y caiñosa, tu saludo era de obligado cumplimiento y de ello yo soy testigo. Todos te recordaremos, ocupas un papel importante en el sentimiento y las raices de las gentes de esta aldea, desde estas humildes letras, te deseo el descanso eterno.