Cuando las nubes, el vapor de agua, cubre los puntos de altura, todo se ve diferente, mas bello y hermoso y el que lo contempla, nota en su rostro la brisa y la neblina que le sacude y le hace respirar profundamente. Así es Solanilla, sus sierras, un pulmón natural, que solo la persona que lo visita, sabe y puede experimentar.