No llegué a conocer esos años, puesto que no había estado en la localidad, hasta el año 72, pero ver estas fotografías me enamoran. Las calles empedradas, las casas encaladas y el cielo oscuro por la falta de luz electrica, son cosas que cautivan, por resultar peculiares en estas pequeñas aldeas. Hoy todo es diferente, tienen otro encanto, mas comodidades, pero falta lo principal, la gente y el bullicio de los niños al corretear por la plaza.
Hoy es un día muy triste para muchos, pero sobre todo para Isa, hija de Aurelí y Diego, su hija Ana, falleció ayer. Yo, a igual que muchos nos unimos a su dolor, que sabemos es el máximo y durante demasiado tiempo. Se que son muchas las persaonas que nos sentimos con toda la familia identificados, le deseamos lo puedan llevar lo mejor posible. La vida la ha tratado injustamente y a tenido que pasar por muchas pérdidas de seres queridos, pero esto último, es la gota que colma la paciencia y la mayor...