Es lo bueno de ser español, siempre te puedes quejar por algo…
Cuando arreglaron la carretera de Mestanza, protestábamos porque no habían llegado desde el cruce hasta el Tamaral, ¡para dos kilómetros que faltaban! Que si se iban a arruinar por trozo más.
Y ahora que los quieren arreglar, que ¿porque la arreglan? Vemos que una vez más, nunca llueve a gusto de todos.
Que la carretera tiene el firme mal, que es estrecha y tiene curvas muy cerradas y sin ninguna visibilidad me parece un hecho indiscutible. Después del arreglo de la carretera de Mestanza, la de Solana y la del Hoyo, se ha convertido ya en algo escandaloso. El pasar de una carretera mala a otra malísima es notable. Y se tenía que arreglar, porque entre otras cosas, cualquier día podía ocurrir un accidente entre dos coches o el atropello de una persona. Algo que si gracias a Dios nunca ha ocurrido, cada vez vemos más cercano.
Seguro que ni los más reticentes necesitan vivir una desgracia para convencerse.
Como decía al principio, siendo españoles teníamos que hacer de la solución, un problema: que si ensanchar, que si nuevo trazado, que si el medioambiente, el paisaje y las olivas…
Un arreglo del firme y un ensanche del trazado actual lo único que conseguirían es ponérselo mas difícil a la Providencia: dan una sensación de “falsa seguridad” invitando a circular más rápido, hasta que en una curva u otra, un error de cálculo, un peatón, animal o cualquier otra circunstancia nos recuerdan que no vivimos en el mundo perfecto que quisiéramos. Pero para entonces ya es demasiado tarde.
Cuando arreglaron la carretera de Mestanza, protestábamos porque no habían llegado desde el cruce hasta el Tamaral, ¡para dos kilómetros que faltaban! Que si se iban a arruinar por trozo más.
Y ahora que los quieren arreglar, que ¿porque la arreglan? Vemos que una vez más, nunca llueve a gusto de todos.
Que la carretera tiene el firme mal, que es estrecha y tiene curvas muy cerradas y sin ninguna visibilidad me parece un hecho indiscutible. Después del arreglo de la carretera de Mestanza, la de Solana y la del Hoyo, se ha convertido ya en algo escandaloso. El pasar de una carretera mala a otra malísima es notable. Y se tenía que arreglar, porque entre otras cosas, cualquier día podía ocurrir un accidente entre dos coches o el atropello de una persona. Algo que si gracias a Dios nunca ha ocurrido, cada vez vemos más cercano.
Seguro que ni los más reticentes necesitan vivir una desgracia para convencerse.
Como decía al principio, siendo españoles teníamos que hacer de la solución, un problema: que si ensanchar, que si nuevo trazado, que si el medioambiente, el paisaje y las olivas…
Un arreglo del firme y un ensanche del trazado actual lo único que conseguirían es ponérselo mas difícil a la Providencia: dan una sensación de “falsa seguridad” invitando a circular más rápido, hasta que en una curva u otra, un error de cálculo, un peatón, animal o cualquier otra circunstancia nos recuerdan que no vivimos en el mundo perfecto que quisiéramos. Pero para entonces ya es demasiado tarde.
nadie dice que no se arregle pero con cabeza y no estoy de acuerdo en lo que dices del arreglo del firme. cuantos accidentes habia en la carretera antigua del tamaral a mestanza? y cuantos lleva ya esta. y lo de que nos hagan un paseo con farolas me parece muy bien pero bajemos del cielo. ya pronto va hacer un año de las lluvias y todo sigue igual con eso digo todo. que paseis todos un buen puente. angel besitos para ti.