La empresa Peñarroya, desarrolló su actividad metalurgica entre los años 1923 y 1931. Esta fotografía nos muestra la caseta de transformacion de la corriente, que era enviada desde Puertollano por la empresa Calatrava, a través de un tendido por la finca del Roble y el camino rural, Puertollano- Tamaral -Hoyo. Supuso para la comarca un empuje social y económico, siendo en sus momentos mas de explendor, contase con más de 300 trabajadores empleados aparte. Es una pena que el declive del plomo llevase a la quiebra a lo que pudo ser un gran centro neuralgico de toda esa comarca y beneficiar su desarrollo y sostenibilidad. Pero son muchos los pueblos que nacieron y murieron de la misma forma y terminaron por ser totalmente abandonados.