El primero de la derecha visto de frente, es mi tío Casildo, UN DÍA DE MERIENDA FAMILIAR EN LA fUENTE DE SAN LORENZO. El era muy especial para mi, persona servicial, todo corazón, inteligente y derrochaba educación, saber estar y bondad. Hemos pasado muy buenos momentos compartidos, las partidas de truque, donde ibamos de compañeros, los viajes a Solana y el Hoyo, las cervezas en el bar de Frasquete y los grandes momentos compartidos en su casa, con las charlas amenas mientras comíamos o cenabamos. Si hasta ahora no lo había nombrado es por no tener ninguna fotografía donde estuviese el solo, pero en mi corazón y pensamiento, él, junto a tío Miguel y mi suegro, ocupan un lugar especial. Yo se, estoy seguro, que su sonrisa, sus palabras amables, su educación, son algo que me caló muy hondo, dejó huella dentro de mí y nunca lo olvidaré, le quería, admiraba y respetaba profundamente. Le deso el descanso eterno, no me importaría compartir con él otra vida si así pudiese ser, tío Casildo, hasta siempre.