Quiero hacer referencia auna leyenda urbana, que me han relatado, en este caso Dolores la mujer de Cristobal. Hace referencia a una persona del Tamaral, que en este momento no recordaba su nombre. Por lo visto, al morir lo llevaron a enterrar al cementerio viejo, en una mula dentro de un fardo, se les callo por el camino y comenzó a sangrar de manera continuada, luego posteriormente lo enterraron, pero quedaron extrañados por esa abundancia de sangre. Pasados unos años, en el mismo lugar se enterró a otra persona, cual sería la sorpresa de todos, al ver que el cuerpo del anterios al abrir la tumba en el suelo y en ese lugar, estaba totalmente incorrupto, se alarmaron y lo achacaron a que esa persona sería santa, pero posteriormente, enterraron a ambos juntos, en ese mismo lugar. La noticia se cundió, como si de un milagro se tratara y las gentes del lugar hacian referencia, no sin cierta supertición de esta anécdota. Es difícil saber que hay de cierto en estas historias urbanas, muy caracteristicas del momento coyuntural, social y religioso, pero lo cierto que levantaban la curiosidad de todos. Yo que soy curioso y me gusta conocer este tipo de entornos, trataré de buscar mas indicios, que me digan que hubo de verdad en esta historia. La tierra se lo come todo, el tiempo de los milagros ya está pasado, pero la curiosidad es innata en nosotros y eso nos lleva a querer saber más de todas estas situaciones.
Por cierto Juan, se me ha olvidado comentar, respecto del asunto del tesoro presunto, que esta historia está documentada en un libro escrito por un Autor de EL Hoyo, D. Alonso Sánchez Gascón, Abogado, cuyo título es "Los hombres nunca lloran", si bien no recuerdo en este momento la editorial. El caso es que narra perfectamente la historia, si bien, atribuye tanto los protagonistas de la misma como el paraje mismamente a "El HOYO", cuando en realidad, ocurrieron donde todos sabemos, y donde puede verificarse que ocurrieron. Lo realmente importante es la repercusión que tuvieron los hechos, no sólo en el Tamaral, sino en los pueblos de alrededor. UN saludo.
Te agradezco toda tu información. Yo supe del tesoro por Patrocinio, Patro para todos, el nos comentaba este suceso y afirmaba de su veracidad. El libro de Gascon trataré de localizarlo y en cuanto a lo del cementerio viejo, siento mucha curiosidad, lo comentaré con Agapito, obdulio o Angel. respecto a los restos cerámicos, he estado en ese lugar en algunas ocasiones, pero al no saber su lugar exacto de ubicación, no he hallado los fragmentos, si he visto el castillete estratégico del lugar, posiblemente del Bronce y reutilizado en época islámica. Te quedo muy agradecido por todo lo que me has comentado, un saludo.
El libro de Gascón está en una estantería de mi casa, si no lo encuentras o no quieres comprarlo, me lo dices y te lo dejo sin mayor problema. Me honra y mucho saber que eres persona a la que se puede prestar un libro con absoluta confianza, te lo digo con total franqueza. Justo al lado de donde se encuentran los restos cerámicos, existe una fundición de metales con unas escorias magnificas, de la época del bronce, o quizá mas antigua, quien sabe. Te gustará, comentaselo a Alfonso, el te llevará.
A tu consulta, sobre tumbas moras en los corderos, las desconozco su situación, no así, las que están en la Vera, JUNTO A LA VIRGEN DE LA ANTIGUA, que ya estuve en ellas hace años y son muy interesantes. Pero dentro ya no quedaba nada, solo parte de la losa de pizarra que las cubría. Tambien digo que las visité hace más de 20 años, no se si actualmente queda algún resto de las mismas.
Hola de nuevo Juan. Si, efectivamente tenía conocimiento de las que hay (o había) en La Vera, pues están documentadas en algunos libros sobre Hisoria de la provincia de Ciudad Real, que por cierto las catalogan como visigodas, que no musulmanas. Pero no, estas que yo digo están en la Finca Umbría del Montoro, denominada por aquella zona como Umbría de los Corderos, y de las dos (pues antes era una y se dividión en dos) hablo de la que linda con la finca de D. Manuel Yllera. Las diferentes personas que han pasado por aquella finca y las han vista las califican como "pesebres de las vacas", de unu señor que tuvo vacas allí en su día. No dudo en absoluto de que les diera esta utilidad, pero los materiales que las forman y la disposición oeste-este todas ellas, para que los primeros rayos del sol fueran percibidos durante todos los días de la duración del mundo por el fallecido, al estar mirando en aquella dirección, no dejan ninguna duda. Yo tuve la ocasión de verlas pero hace muchísimos años, tantos, que entonces no se estilaba (porque no se tenía, vaya) hacerles fotografías, lo cuál me pesa profundamente. Bueno, pues no quiero extenderme más, lo dicho, allí las tienes (me atrevería a decir que estas aún perduran), pregunta a Dolores, a Joaquín (el antiguo guarda del a finca, que vive en el Tamaral), o a Alfonso, que también sabe donde están. Y luego me das tus impresiones sobre estos "pesebres de las vacas". Un fuerte abrazo.