Trato con este artículo, profundizar en hallar explicación al lugar posible que ocupa el ser humano y nuestra relación. Es difícil plasmar una verdad cierta, pero las hipótesis circula por mi mente y no tengo por menos que expresarlas.
El ser humano está integrado en el orden de las especies, bajo un concepto de evolución biológica marca las pautas de comportamiento paralela al resto de los seres. Cabe destacar ciertas diferenciaciones que no son sobresalientes y generan un modelo distinto, con una valoración precisa, individual y mas matizada.
Disponemos, al menos así lo entendemos de mecanismos conscientes, capaces de promover y modular a los elementos inconscientes (de orden biológico inferior) y así comletar todo un sistema complejo y diferenciado, que somos nosotros.
El concepto de la vida y muerte, es sometido a un juicio, que va desde una plasmante objetividad desarrollada a un abstractismo de fenómenos o teorías, no faltos de cierta racionalidad o medida inteligente.
Somos capaces de expresar los pensamientos y que estos sean reflejados por medio de símbolos escritos o fonéticos, para poder contactar con nuestros semejantes y así obtener un resultado pluralista.
Nuestro cerebro es un sistema complejo, con infinidad de interconexiones capaces de emitir hacia el exterior y recibir al mismo tiempo información del medio. Igualmente, analizamos y canalizamos las distintas ideas y así establecer conceptos, buscando soluciones a los diversos ordenes, intentando clarificar nuestra posición, estado y el lugar que realmente ocupamos dentro de la diversidad de especies y sus distintas ramificaciones.
No hallamos respuesta lícita a nuestra realidad. Ignoramos una procedencia cierta y concretamos con teorías globales para la identificación, aunque en ocasiones las dudas invaden el proceso mental y se generan fenómenos abstractos, donde la realidad tangible, es producto tan solo de un sueño y su proyección.
Muchas veces me he preguntado y intento canalizar las diferentes maneras de interpretación en el proceso de la vida y el verdadero papel que nos corresponde. Mi mente a viajado a velocidades “astronómicas” y aberraciones no carentes de interrogantes, han invadido mi interior. ¿No seremos producto de un sueño pre-fabricado, en un “Ente superior”, donde las imágines que se suceden, toman vida dentro del sueño como reales, pero si embargo, tan solo son producto de su imaginación?.
¿No formaremos parte de un proceso de regeneración y descarga, de un orden inteligente, como simple y mero hecho, de su naturalidad y lógica secuencia en la configuración establecida?.
La duda, la inquietud, es un modo natural y ciertamente reflexivo, dentro del contexto humano. Pensar, forma parte de nosotros, evolucionar es ley en el orden de las especies, y el hombre ocupa un lugar privilegiado que le faculta a una comprensión mas extendida dentro de esta configuración.
No se si la vida es un sueño proyectado, donde nosotros somos analizados a igual que el resto, no estoy seguro de nuestra realidad. No puedo demostrar si la vida y la muerte es tan solo una consecuencia de la propia evolución, ni tan siquiera si ambas son reales. No hallo respuesta a todo lo que nos rodea. No entiendo los espacios infinitos y la misma creación. Es posible, que no me comprenda y sepa de mi mismo. De una cosa creo estar convencido. “ Una Fuerza”, en continua distensión generó a todo, fruto de su proyección, no importa sin tan solo fue la imaginación o si formamos parte de un proceso físico y real, lo cierto es, que ya sea desde dentro o desde fuera, nos sentimos o palpamos, sabemos diferenciar, reconocemos a las fuerzas internas y externas. Somos capaces de clasificarnos y agruparnos, pero lo mas importante, hemos aprendido a amarnos, como complementos de una “Fuerza universal” y así nos identificamos.
6/07/96.
Juan de Mata Sánchez Aragón.
El ser humano está integrado en el orden de las especies, bajo un concepto de evolución biológica marca las pautas de comportamiento paralela al resto de los seres. Cabe destacar ciertas diferenciaciones que no son sobresalientes y generan un modelo distinto, con una valoración precisa, individual y mas matizada.
Disponemos, al menos así lo entendemos de mecanismos conscientes, capaces de promover y modular a los elementos inconscientes (de orden biológico inferior) y así comletar todo un sistema complejo y diferenciado, que somos nosotros.
El concepto de la vida y muerte, es sometido a un juicio, que va desde una plasmante objetividad desarrollada a un abstractismo de fenómenos o teorías, no faltos de cierta racionalidad o medida inteligente.
Somos capaces de expresar los pensamientos y que estos sean reflejados por medio de símbolos escritos o fonéticos, para poder contactar con nuestros semejantes y así obtener un resultado pluralista.
Nuestro cerebro es un sistema complejo, con infinidad de interconexiones capaces de emitir hacia el exterior y recibir al mismo tiempo información del medio. Igualmente, analizamos y canalizamos las distintas ideas y así establecer conceptos, buscando soluciones a los diversos ordenes, intentando clarificar nuestra posición, estado y el lugar que realmente ocupamos dentro de la diversidad de especies y sus distintas ramificaciones.
No hallamos respuesta lícita a nuestra realidad. Ignoramos una procedencia cierta y concretamos con teorías globales para la identificación, aunque en ocasiones las dudas invaden el proceso mental y se generan fenómenos abstractos, donde la realidad tangible, es producto tan solo de un sueño y su proyección.
Muchas veces me he preguntado y intento canalizar las diferentes maneras de interpretación en el proceso de la vida y el verdadero papel que nos corresponde. Mi mente a viajado a velocidades “astronómicas” y aberraciones no carentes de interrogantes, han invadido mi interior. ¿No seremos producto de un sueño pre-fabricado, en un “Ente superior”, donde las imágines que se suceden, toman vida dentro del sueño como reales, pero si embargo, tan solo son producto de su imaginación?.
¿No formaremos parte de un proceso de regeneración y descarga, de un orden inteligente, como simple y mero hecho, de su naturalidad y lógica secuencia en la configuración establecida?.
La duda, la inquietud, es un modo natural y ciertamente reflexivo, dentro del contexto humano. Pensar, forma parte de nosotros, evolucionar es ley en el orden de las especies, y el hombre ocupa un lugar privilegiado que le faculta a una comprensión mas extendida dentro de esta configuración.
No se si la vida es un sueño proyectado, donde nosotros somos analizados a igual que el resto, no estoy seguro de nuestra realidad. No puedo demostrar si la vida y la muerte es tan solo una consecuencia de la propia evolución, ni tan siquiera si ambas son reales. No hallo respuesta a todo lo que nos rodea. No entiendo los espacios infinitos y la misma creación. Es posible, que no me comprenda y sepa de mi mismo. De una cosa creo estar convencido. “ Una Fuerza”, en continua distensión generó a todo, fruto de su proyección, no importa sin tan solo fue la imaginación o si formamos parte de un proceso físico y real, lo cierto es, que ya sea desde dentro o desde fuera, nos sentimos o palpamos, sabemos diferenciar, reconocemos a las fuerzas internas y externas. Somos capaces de clasificarnos y agruparnos, pero lo mas importante, hemos aprendido a amarnos, como complementos de una “Fuerza universal” y así nos identificamos.
6/07/96.
Juan de Mata Sánchez Aragón.