Mi suegra, casada con un hijo de esta Aldea Teófilo, ha fallecido el dia qince de Diciembre de este año en curso. Que decir de ella, que era todo amor y corazón, que era explendida, caritativa y servicial, que era un angel, que se hacía querer y que nadie que la conociese, le podía pasar desapercibida. Su familia su necesidad, sus vecinas amigas de por siempre y su corazón abierto a todos. Era un alma de DIOS, ERA UNA MADRE, UNA AMIGA. Yo le deseo el descanso eterno, le muestro mi respeto, cariño y admiración, nunca la olvidaré.
Desde aquí me sumo a tu dolor, al de tu esposa y demás familia. Por circunstancias de la vida os he visto con mucha frecuencia en la residencia donde se encontraba tu suegra. He sido testigo del amor que le habeis profesado, descanse en paz. Mis más sentidas condolencias.