Quiero con este artículo expresar un pensamiento complejo, pero no carente de lógica y cierta racionalidad. Jose Luis y demás foreros, espero os guste.
La palabra CHAKRA, proviene del Sánscrito. Son centros de energía que poseemos en el cuerpo del ser humano. Se cree que a través de ellos circula la fuerza vital, ayudándonos a mantener el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual, también se les denomina, ruedas de energía, (disco que gira a modo de remolino). Son un punto de conexión entre diferentes planos. Consta de los siete principales y varios mas, ubicados a lo largo de la columna vertebral. En otros lugares se les llama “LOTOS”, ya que se abren a igual que estos. Según estén más o menos cerrados, activos o marchitos, será el indicativo al estado de conciencia y consciencia del ser. Son como el cuerpo psíquico que se superpone al cuerpo físico, corresponden a la parte mas espiritual de nosotros. Podemos identificarlos a través de la mente y los sentimientos. Es como un campo de fuerza electromagnético y se haya dentro y alrededor de todo elemento vivo. En el interior esta fuerza sutil se manifiesta a modo de ruedas o discos que giran. Estos centros son puertas que nos permiten acceder a otras dimensiones, que interactúan entre diferentes niveles, del plano físico y astral. Cada Chakra individualmente presenta su dimensión, la suma de todos ellos, forman en nuestro cuerpo una columna vertical llamada SUHUMNA. Ellos transportan la energía psíquica desde su origen (pureza universal, naturaleza), al individuo mental y físico en su plano terrestre.
En el plano físico los Chakras tienen correspondencia con los ganglios nerviosos, donde se registra una gran actividad e igualmente con todas las glándulas del sistema endocrino. Ello no significa ni mucho menos, que sean o puedan ser considerados como una estructura mas del cuerpo, mas bien la interconexión de ambos planos, pero estando superpuesto. Su influencia en el plano físico es considerable, es seguro que de estos depende su salud y desarrollo equilibrado.
Los AGUJEROS NEGROS, no son visibles al ojo humano, distorsionan todo a su alrededor, la luz, el espacio y engullen todo lo que está próximo a ellos, no dejan escapar ni tan siquiera a esta primera. Están dotados de una gran gravedad, las estrellas y materia cercanas al mismo son atraídas a su centro, se parece más bien a un agujero de gusano, donde todo es absorbido, parecido a efecto que produce en el agua, un sifón de un lavabo casero. En estos agujeros la materia gira hacia dentro y la luz se comporta como un regulador de fuerza entre distintos hiper espacios. Los hay de gran envergadura, similares a los principales Chakras. Estos agujeros negros producen muchas distorsiones, incluso curvan la luz, es posible según se cree sean la puerta de acceso a otras dimensiones o planos.
Nos faltaría saber la manera, como se distribuyen los agujeros negros (Chakras de Dios), llamados mayores por su propia naturaleza de mayor influencia y el resto de agujeros menores y entender la relación y semejanza que guardan con los Chakras del cuerpo humano. Si realmente existen ciertas similitudes en sus funciones, orden y disfunciones naturales. El universo lo vemos como un todo potencial con componentes visibles y no visibles a nuestras percepciones de apreciación y conocimiento actual, pero creo debe estar conectado e integrado a un todo mas complejo, donde Interactúan fuerzas que se escapan a la luz del ojo visible y al presente desarrollo del actual primitivo conocimiento nuestro. Si somos hijos de Dios y así nos definimos desde siempre nosotros mismos, estaríamos dotados de una información genética, de los diferentes niveles, que constituirían la realidad suprema de nuestra propia evolución y coexistencia, dentro de un marco lógico a la proyección y desarrollo final.
Los Chakras de Dios o agujeros negros son como balancines en su manifestación Karma, entre lo visible e invisible, puente de acceso a su yo real y la única conexión entre la materia que vemos y la última consecuencia de su alma potencial. Somos hijos de Dios, paralelos a él, con su semejanza y espiritualidad, reflejo de su verdad, aunque nos movemos en un mundo material erosionado e inscrito a desajustes en sus movimientos, pero que guardan criterios de fuerzas proyectadas y necesarias a su verdadera naturaleza. Dios proyectado para expandir su amor mas allá de la realidad que percibimos, con la que en ocasiones no sabemos conectar ni ver, por hallarse por encima de los niveles de percepción lógica a nuestro corto entendimiento.
Él nació de su inicio y se desarrolló como todo principio conocido, siguiendo las pautas de evolución natural. De su fuerza intrínseca partió el mundo visible e invisible y semejante al proceso del ser humano, sufrió y sufre transformaciones lógicas a su propia evolución. Al ser consciencia pura, dispone de termorreguladores de los distintos niveles entre el mundo de lo físico y espiritual. Los Chakras o agujeros negros, podrían ser los motivadores que interactúan entre el mundo material y lo más sublime.
La conciencia de Dios infinita, movería resortes potenciales de autorregulación de dichas fuerzas entre los diferentes campos.
El ser humano presenta cierta similitud en su procesamiento, es decir, un perfecto paralelismo con la fuerza universal, el Dios que todos manifestamos. Nosotros podríamos ser hijos de él y creados por su gracia divina, como sujetos proyectados, para su gloria y sentimiento de amor distendido a los hombres y resto de su creación..
Podemos ser potenciales en su divinidad y manifestación física, reacción en cadena de su proyección real y un modo de espejismo a su verdadera realidad.
Los seres somos un pequeño universo y una reproducción perfecta de Dios. Hallaremos en nosotros todos los elementos substanciales de si, a través del reconocimiento pleno, evolución y desarrollo integral. Así seremos sabedores de nuestra singularidad y proximidad al centro de todo, donde es seguro nos hallamos incluidos y seremos referencial clave de su verdadero ser.
Los siete centros principales son el ojo visible, entre lo físico y espiritual, sin olvidar al resto de Chakras, todos ellos conexionan ambos campos e intercalan valores sutiles que accionaran resortes potenciales.
Los agujeros negros es posible, sean los verdaderos Chakras de Dios, de su macro cuerpo potencial. Puertas de conexión de diferentes niveles o estados, ellos modularían y sincronizarían su gloria y saber con su espíritu verdadero, dando forma a su manifestación física y divina. Ellos permitirían alimentar el mundo de lo físico, como puertas abiertas para su desarrollo integral. Ese mundo de lo material, con mayor cohesión y acercamiento entre él y los hombres.
Dios creó el mundo visible como parte de su verdadera esencia, le otorgó de forma y manifestación, dio a sus hijos la posibilidad de entender su verdadera naturaleza, por ello le dotó de paralelismo y semejanza. Los Chakras serían los conductores válidos a salvar y activar, para acercarnos al final y el nuevo principio en el entendimiento del ser verdadero y su esencia real.
La palabra CHAKRA, proviene del Sánscrito. Son centros de energía que poseemos en el cuerpo del ser humano. Se cree que a través de ellos circula la fuerza vital, ayudándonos a mantener el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual, también se les denomina, ruedas de energía, (disco que gira a modo de remolino). Son un punto de conexión entre diferentes planos. Consta de los siete principales y varios mas, ubicados a lo largo de la columna vertebral. En otros lugares se les llama “LOTOS”, ya que se abren a igual que estos. Según estén más o menos cerrados, activos o marchitos, será el indicativo al estado de conciencia y consciencia del ser. Son como el cuerpo psíquico que se superpone al cuerpo físico, corresponden a la parte mas espiritual de nosotros. Podemos identificarlos a través de la mente y los sentimientos. Es como un campo de fuerza electromagnético y se haya dentro y alrededor de todo elemento vivo. En el interior esta fuerza sutil se manifiesta a modo de ruedas o discos que giran. Estos centros son puertas que nos permiten acceder a otras dimensiones, que interactúan entre diferentes niveles, del plano físico y astral. Cada Chakra individualmente presenta su dimensión, la suma de todos ellos, forman en nuestro cuerpo una columna vertical llamada SUHUMNA. Ellos transportan la energía psíquica desde su origen (pureza universal, naturaleza), al individuo mental y físico en su plano terrestre.
En el plano físico los Chakras tienen correspondencia con los ganglios nerviosos, donde se registra una gran actividad e igualmente con todas las glándulas del sistema endocrino. Ello no significa ni mucho menos, que sean o puedan ser considerados como una estructura mas del cuerpo, mas bien la interconexión de ambos planos, pero estando superpuesto. Su influencia en el plano físico es considerable, es seguro que de estos depende su salud y desarrollo equilibrado.
Los AGUJEROS NEGROS, no son visibles al ojo humano, distorsionan todo a su alrededor, la luz, el espacio y engullen todo lo que está próximo a ellos, no dejan escapar ni tan siquiera a esta primera. Están dotados de una gran gravedad, las estrellas y materia cercanas al mismo son atraídas a su centro, se parece más bien a un agujero de gusano, donde todo es absorbido, parecido a efecto que produce en el agua, un sifón de un lavabo casero. En estos agujeros la materia gira hacia dentro y la luz se comporta como un regulador de fuerza entre distintos hiper espacios. Los hay de gran envergadura, similares a los principales Chakras. Estos agujeros negros producen muchas distorsiones, incluso curvan la luz, es posible según se cree sean la puerta de acceso a otras dimensiones o planos.
Nos faltaría saber la manera, como se distribuyen los agujeros negros (Chakras de Dios), llamados mayores por su propia naturaleza de mayor influencia y el resto de agujeros menores y entender la relación y semejanza que guardan con los Chakras del cuerpo humano. Si realmente existen ciertas similitudes en sus funciones, orden y disfunciones naturales. El universo lo vemos como un todo potencial con componentes visibles y no visibles a nuestras percepciones de apreciación y conocimiento actual, pero creo debe estar conectado e integrado a un todo mas complejo, donde Interactúan fuerzas que se escapan a la luz del ojo visible y al presente desarrollo del actual primitivo conocimiento nuestro. Si somos hijos de Dios y así nos definimos desde siempre nosotros mismos, estaríamos dotados de una información genética, de los diferentes niveles, que constituirían la realidad suprema de nuestra propia evolución y coexistencia, dentro de un marco lógico a la proyección y desarrollo final.
Los Chakras de Dios o agujeros negros son como balancines en su manifestación Karma, entre lo visible e invisible, puente de acceso a su yo real y la única conexión entre la materia que vemos y la última consecuencia de su alma potencial. Somos hijos de Dios, paralelos a él, con su semejanza y espiritualidad, reflejo de su verdad, aunque nos movemos en un mundo material erosionado e inscrito a desajustes en sus movimientos, pero que guardan criterios de fuerzas proyectadas y necesarias a su verdadera naturaleza. Dios proyectado para expandir su amor mas allá de la realidad que percibimos, con la que en ocasiones no sabemos conectar ni ver, por hallarse por encima de los niveles de percepción lógica a nuestro corto entendimiento.
Él nació de su inicio y se desarrolló como todo principio conocido, siguiendo las pautas de evolución natural. De su fuerza intrínseca partió el mundo visible e invisible y semejante al proceso del ser humano, sufrió y sufre transformaciones lógicas a su propia evolución. Al ser consciencia pura, dispone de termorreguladores de los distintos niveles entre el mundo de lo físico y espiritual. Los Chakras o agujeros negros, podrían ser los motivadores que interactúan entre el mundo material y lo más sublime.
La conciencia de Dios infinita, movería resortes potenciales de autorregulación de dichas fuerzas entre los diferentes campos.
El ser humano presenta cierta similitud en su procesamiento, es decir, un perfecto paralelismo con la fuerza universal, el Dios que todos manifestamos. Nosotros podríamos ser hijos de él y creados por su gracia divina, como sujetos proyectados, para su gloria y sentimiento de amor distendido a los hombres y resto de su creación..
Podemos ser potenciales en su divinidad y manifestación física, reacción en cadena de su proyección real y un modo de espejismo a su verdadera realidad.
Los seres somos un pequeño universo y una reproducción perfecta de Dios. Hallaremos en nosotros todos los elementos substanciales de si, a través del reconocimiento pleno, evolución y desarrollo integral. Así seremos sabedores de nuestra singularidad y proximidad al centro de todo, donde es seguro nos hallamos incluidos y seremos referencial clave de su verdadero ser.
Los siete centros principales son el ojo visible, entre lo físico y espiritual, sin olvidar al resto de Chakras, todos ellos conexionan ambos campos e intercalan valores sutiles que accionaran resortes potenciales.
Los agujeros negros es posible, sean los verdaderos Chakras de Dios, de su macro cuerpo potencial. Puertas de conexión de diferentes niveles o estados, ellos modularían y sincronizarían su gloria y saber con su espíritu verdadero, dando forma a su manifestación física y divina. Ellos permitirían alimentar el mundo de lo físico, como puertas abiertas para su desarrollo integral. Ese mundo de lo material, con mayor cohesión y acercamiento entre él y los hombres.
Dios creó el mundo visible como parte de su verdadera esencia, le otorgó de forma y manifestación, dio a sus hijos la posibilidad de entender su verdadera naturaleza, por ello le dotó de paralelismo y semejanza. Los Chakras serían los conductores válidos a salvar y activar, para acercarnos al final y el nuevo principio en el entendimiento del ser verdadero y su esencia real.