Comparto tus comentarios, pero la regla de conocerse uno mismo antes de juzgar a nadie no necesariamente conlleva a la falta de juicio sobre los demás. Sería lo ideal, pero, a mi entender, hay dos premisas que hacen que esta ecuación tenga una variable diferente: una de ellas es que los caminos de la mente humana no son diáfanos del todo pues aún existen muchas oscuridades y ni uno mismo termina por conocerse en esta vida. La otra es que el hombre resulta ser un lobo para el hombre, y esta frase, aún habiéndose dicho hace tanto tiempo es una realidad que no ha cambiado y me temo nunca lo hará. No hay mayor depredador para la humanidad que ella misma...