En las noches de verano los contertulios nos reunimos, para pasar la tarde noche, refiriendo anecdotas y diferente temas de conversación. Unos habalmos más y otros se limitan a escuchar o distraerse con el móvil, para mandar mensajes u fotos. Todos conformamos un buen equipo, claro con posibles y diferentes enfoques. El parlamento, como le llamamos al centro de reunión, nos permite dar vida a la pedanía y sentirnos todos muy a gusto. Este parlamento no decide leyes, pero hace y permite que todos tengan opinión y disfrutemos de la compañía y la buena armonía, lo cual aporta empatía y buen "rollo".