Los rifirrafes de nuestros queridos COOL, MAZINGUER, AFRODITA y otros, apuntan alto. Al menos entienden la política de forma estratégica, de altos vuelos y a lo grande. Yo como Torreveño, la entiendo de forma más casera, más nuestra, más asequible. Es por ello que hablamos de José Luís o Concepción como gente nuestra, que están ahí, que los conocemos. Los votaran o no; a uno u otro, pero en definitiva es una forma de gobernar nuestro querido pueblo.
Otra historia fue el nacional- socialismo, que como toda corriente que echa sus raíces en la xenofobia y se instala en la miseria, bajo el cántico quimérico de un iluminado y las promesas de grandeza de una raza, no crea nada más que odio y dolor. Negar el Holocausto, y no digo con ello que los referidos lo neguéis, es hoy en día símbolo de intransigencia, como los iraníes más radicales sostienen.
La política Nacional es de pena. Es cierto que siento un desaliento, un estupor y a veces se me pone una mala leche que no puedo verlo de otra manera. Pero también se que no es fácil ni llevadero el camino actual. Por que desapareciera eta (me niego a ponerlo en mayúsculas) “hay que pactar con el propio demonio”. Así lo creímos muchos españoles. Pero en esa jugada pasa como en el póquer, por muy buena jugada que tengas no puedes arriesgar todo tu dinero. Y creo que el señor Zapatero lo arriesgó todo, perdiendo a su principal “banquero” (el partido popular). Por que cuando nos falta apoyo, y como en el supuesto anterior, más dinero, hay que pedir a los amigos- contrincantes más pasta, más apoyo para seguir en la partida. Pero en fin todo sea por estar unidos en el mismo fin. De las demás cosas de España, ya seguiremos hablando en otras ocasiones.
De las cosas del pueblo. A Dios gracias, todavía quedamos gentes que creemos en las personas, en sus facultades, más o menos grandes, de hacer las cosas. Yo confié en José Luís durante un tiempo, luego entiendo que la costumbre relaja, y a mi manera veía que se podía hacer más. Ahora confío en Concepción Vivar. La conozco poco, pero lo suficiente para saber que como Torreveña lo hará lo mejor posible, por supuesto, apoyándose en sus concejales y en la gente de su partido, tengan coches aparcados en la puerta de la sede o no; no faltaría más. Pero sobre todo le deseo lo haga sin resentimientos ni espíritu de revancha alguno. No me cabe la menor duda que así lo hará. Suerte. Mucha suerte. PDCS
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Otra historia fue el nacional- socialismo, que como toda corriente que echa sus raíces en la xenofobia y se instala en la miseria, bajo el cántico quimérico de un iluminado y las promesas de grandeza de una raza, no crea nada más que odio y dolor. Negar el Holocausto, y no digo con ello que los referidos lo neguéis, es hoy en día símbolo de intransigencia, como los iraníes más radicales sostienen.
La política Nacional es de pena. Es cierto que siento un desaliento, un estupor y a veces se me pone una mala leche que no puedo verlo de otra manera. Pero también se que no es fácil ni llevadero el camino actual. Por que desapareciera eta (me niego a ponerlo en mayúsculas) “hay que pactar con el propio demonio”. Así lo creímos muchos españoles. Pero en esa jugada pasa como en el póquer, por muy buena jugada que tengas no puedes arriesgar todo tu dinero. Y creo que el señor Zapatero lo arriesgó todo, perdiendo a su principal “banquero” (el partido popular). Por que cuando nos falta apoyo, y como en el supuesto anterior, más dinero, hay que pedir a los amigos- contrincantes más pasta, más apoyo para seguir en la partida. Pero en fin todo sea por estar unidos en el mismo fin. De las demás cosas de España, ya seguiremos hablando en otras ocasiones.
De las cosas del pueblo. A Dios gracias, todavía quedamos gentes que creemos en las personas, en sus facultades, más o menos grandes, de hacer las cosas. Yo confié en José Luís durante un tiempo, luego entiendo que la costumbre relaja, y a mi manera veía que se podía hacer más. Ahora confío en Concepción Vivar. La conozco poco, pero lo suficiente para saber que como Torreveña lo hará lo mejor posible, por supuesto, apoyándose en sus concejales y en la gente de su partido, tengan coches aparcados en la puerta de la sede o no; no faltaría más. Pero sobre todo le deseo lo haga sin resentimientos ni espíritu de revancha alguno. No me cabe la menor duda que así lo hará. Suerte. Mucha suerte. PDCS
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