“CIMI- MICERRA” ( PRIMERA PARTE )
(Por Pepe Morales Moreno, “el nieto de la Casimira” o “el de Pepe el de Máximo”)
Al inicio de los años 70 y en la calle Ranas, que así se ha llamado toda la vida, ( hasta 1.939 se llamó de de. Cirilo del Río Rodríguez por haber sido Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones y también de Agricultura durante la II República, y después de 1.939 hasta la llegada de la democracia se llamó de Calvo Sotelo, que había sido Ministro de Hacienda y Diputado a Cortes ): digo que, en esta calle había un montón de muchachos y una persona a la que le encantaba jugar con ellos. Se llamaba Antonio Amarillo Perea y era sereno del pueblo y vivía en la casa que ahora es de sus hijos, Pedro y Antonio, frente a Fernando Hidalgo Miranda (Fernando el del estanco).
Amarillo, el sereno, en las noches que estábamos ociosos los muchachos, nos llamaba e incitaba a que jugásemos a “cimi- micerra ” . A él le gustaba “ hacer de madre “ y disfrutábamos de lo lindo. Ignoro de dónde viene la denominación del juego este y si se escribe así realmente.
Los materiales necesarios para llevar a cabo el juego eran, dada la escasez de medios, una correa o cinturón de cuero y muchas ganas de pasarlo bien.
(Por Pepe Morales Moreno, “el nieto de la Casimira” o “el de Pepe el de Máximo”)
Al inicio de los años 70 y en la calle Ranas, que así se ha llamado toda la vida, ( hasta 1.939 se llamó de de. Cirilo del Río Rodríguez por haber sido Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones y también de Agricultura durante la II República, y después de 1.939 hasta la llegada de la democracia se llamó de Calvo Sotelo, que había sido Ministro de Hacienda y Diputado a Cortes ): digo que, en esta calle había un montón de muchachos y una persona a la que le encantaba jugar con ellos. Se llamaba Antonio Amarillo Perea y era sereno del pueblo y vivía en la casa que ahora es de sus hijos, Pedro y Antonio, frente a Fernando Hidalgo Miranda (Fernando el del estanco).
Amarillo, el sereno, en las noches que estábamos ociosos los muchachos, nos llamaba e incitaba a que jugásemos a “cimi- micerra ” . A él le gustaba “ hacer de madre “ y disfrutábamos de lo lindo. Ignoro de dónde viene la denominación del juego este y si se escribe así realmente.
Los materiales necesarios para llevar a cabo el juego eran, dada la escasez de medios, una correa o cinturón de cuero y muchas ganas de pasarlo bien.