Luz y gas para ti
Vuelvo a la carga.
La calle Pérez Galdós, sabemos que se debe al famoso escritor canario, afincado en Madrid, sucesor de la novela de Cervantes, autor de los famosos Episodios Nacionales, etc; pero, lo que si es curioso es que al inicio de la calle le llamen " el Molino el Charco ". Su nombre se deberá a que remontándonos muchos años atras ahí debía de haber un molino que fuese abastecido por el agua que desciende de parte de la umbría y que en la actualidad está canalizada, hasta coger por detrás del Santo-Cristo y el llamado " royo " por los torreveños ( arroyo, en otros idiomas y dialectos).
Para mí esa calle tiene muchos motivos para ser entrañable. Recuerdo las tardes de verano cuando bajaba para, en una talega de cuadros rojos y blancos, le llevaba la merienda a mi padre y hermanos a las eras de San Juan. En esa calle había en los veranos regueros de paja, del traqueteo de los carros, había una tienda al lado de las escuelas ( de los padres de Otilia), mas abajo vivían la hermana Feliciana Chinchilla, Cruz Simón, la hermana Procopia, la hermana Flora, que vino con nosotros muchos años a la aceituna y el hermano Gil. Este hombre siempre lo veía haciendo " pleita ", con su pipa o cachimba en la boca. Me admiraba su forma de trabajar el esparto y casi siempre me quedaba parado un rato hablando con él. Era el abuelo de Gregorio, Gil, Olayo y Manuel. Vaya desde aquí un recuerdo entrañable para todas esas personas que nos dejaron y de las que tanto aprendimos.
Por el Molino el Charco salíamos de paseo, en los días soleados de primavera, desde las escuelas de San Juan a las eras, dirigidos por Don José Antonio García López- Manzanares, gran maestro y fabulosa persona. Y cuando regresábamos, los muchachos íbamos corriendo a la fuente de agua que había en la esquina que actualmente ocupa la tienda de los Teles, que casi siempre estaba llena de avispas.
Siempre pensé que al comenzar " el Camino de Andalucía" por esa parte del pueblo, por allí se iba a Córdoba, Sevilla, etc. Pasarían muchos años hasta que eso comprobase;pero dónde si iba era a la Fuente el Espino, al Cerro Castellón ( ahora parece que se llama Castrillón) y cuando nos dejaban ir, se llegaba a las Virtudes, de Domingo de Pascua o de San Marcos.
En fin, son muchos los recuerdos que se acumulan, las personas que se han conocido y los lugares tan entrañables que tenemos en Torrenueva. Un saludo. PDCS
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La calle Pérez Galdós, sabemos que se debe al famoso escritor canario, afincado en Madrid, sucesor de la novela de Cervantes, autor de los famosos Episodios Nacionales, etc; pero, lo que si es curioso es que al inicio de la calle le llamen " el Molino el Charco ". Su nombre se deberá a que remontándonos muchos años atras ahí debía de haber un molino que fuese abastecido por el agua que desciende de parte de la umbría y que en la actualidad está canalizada, hasta coger por detrás del Santo-Cristo y el llamado " royo " por los torreveños ( arroyo, en otros idiomas y dialectos).
Para mí esa calle tiene muchos motivos para ser entrañable. Recuerdo las tardes de verano cuando bajaba para, en una talega de cuadros rojos y blancos, le llevaba la merienda a mi padre y hermanos a las eras de San Juan. En esa calle había en los veranos regueros de paja, del traqueteo de los carros, había una tienda al lado de las escuelas ( de los padres de Otilia), mas abajo vivían la hermana Feliciana Chinchilla, Cruz Simón, la hermana Procopia, la hermana Flora, que vino con nosotros muchos años a la aceituna y el hermano Gil. Este hombre siempre lo veía haciendo " pleita ", con su pipa o cachimba en la boca. Me admiraba su forma de trabajar el esparto y casi siempre me quedaba parado un rato hablando con él. Era el abuelo de Gregorio, Gil, Olayo y Manuel. Vaya desde aquí un recuerdo entrañable para todas esas personas que nos dejaron y de las que tanto aprendimos.
Por el Molino el Charco salíamos de paseo, en los días soleados de primavera, desde las escuelas de San Juan a las eras, dirigidos por Don José Antonio García López- Manzanares, gran maestro y fabulosa persona. Y cuando regresábamos, los muchachos íbamos corriendo a la fuente de agua que había en la esquina que actualmente ocupa la tienda de los Teles, que casi siempre estaba llena de avispas.
Siempre pensé que al comenzar " el Camino de Andalucía" por esa parte del pueblo, por allí se iba a Córdoba, Sevilla, etc. Pasarían muchos años hasta que eso comprobase;pero dónde si iba era a la Fuente el Espino, al Cerro Castellón ( ahora parece que se llama Castrillón) y cuando nos dejaban ir, se llegaba a las Virtudes, de Domingo de Pascua o de San Marcos.
En fin, son muchos los recuerdos que se acumulan, las personas que se han conocido y los lugares tan entrañables que tenemos en Torrenueva. Un saludo. PDCS
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