Por mucho tiempo que pueda pasar en la hístoria mundial, Torrenueva o mejor dicho, la mayoría de sus habitantes y sus visitantes prefieren vivir en el peor de los pasados. Aunque claro, eso sí, adquieren hábitos muy modernos como el botellón, las drogas y sobre todo el macarreo. Durante este verano parece ser que la única preocupación transcendental en la vida cotidiana de Torrenueva era si el hijo del Alcalde consume o no estupefacientes. Hasta el punto que el Alcalde se vió obligado a salir a la palestra en defensa de su hijo como creo que cualquier padre haría, aunque fuera de forma políticamente incorrecto. En realidad lo único que se ha conseguido es poner a un chico durante mucho tiempo bajo sospecha y apenas se ha hablado de la raiz del problema que no es otro que lo que ocurre en el parque no sólo por las noches, durante el día también. Sr. Alcalde: Disponga de todos los medios con los que cuenta y si no son suficientes solicitelos a quien corresponda para impedir que los jóvenes y algunos no tan jóvenes utilicen, no sólo el parque ya lo hacen en cualquier punto de Torrenueva, los lugares públicos como narcosalas. Impida que se consuman bebidas alcohólicas fuera de los establecimientos adecuados al efecto. Que la Policía Local y la Guardia Civil denuncien con dureza y levanten cuantas actas sean necesarias para evitar la destrucción de los pocos lugares públicos de los que se dispone. Basta ya de hablar de problemas, es la hora de actuar con contundencia y en consecuencia.
COOL.
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